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que se le presenta como llamada a superar dicha situación en la que se encuentra y de la que es incapaz de salvarse por su propia fuerza; • conciencia de que esta llamada le viene hecha como anuncio,. como evangelio -buena nueva- desde fuera de sí mismo; • conciencia de su situación de «pecado». Realidad que viene sim– bolizada de diferente forma: exilio, destierro, atadura, cuidado excesi– vo de los perecedero... ; • espera de salvación, en un doble sentido: como superación de su situación y como deseo de comunicarse con dicha Realidad que aparece como Valor y Bien supremos, capaz de proporcionarle su plena reali– zación humana. Según se descubre en este análisis fenomenológico, la salvación reli– giosa consta de dos elementos-esenciales: la liberación de la condición humana y la comunicación con el Misterio. Un aspecto negativo y otro positivo. Y todo ello como fruto de un don proveniente de fuera del mismo hombre: gratuito. Por lo que respecta a la forma de concebir esta situación de necesi– dad de liberación de un mal-pecado-original, la historia de las religio– nes nos muestra distintos símbolos: - los primitivos explican el origen de dicha situación de forma mi– tológica, acudiendo a una catástrofe universal de la humanidad en sus orígenes; - en las religiones orientales, el pecado se considera como mal in– nato en la acción del hombre, brota del deseo desordenado del hombre por lo puramente fenoménico; - en la religión védica, como transgresión de la ley establecida por la divinidad; - en el tardío hinduísmo, especialmente en los místicos, se trata de una situación de ignorancia, ilusión, que atan el corazón huma– no a la ley de los efectos de la acción y lo introduce en las re– encarnaciones; - en las religiones superiores, se considera el pecado como una re– belión contra la divinidad, en la no aceptación de la condición de creatura frente a aquélla. 2. Características. La salvación religiosa se presenta con unos rasgos que la diferen– cian de cualquier otra salvación humana. Fundamentalmente compren– de las siguientes características: 78 l.ª Totalizante, definitiva, últirna e irreversible. No se trata de res– puestas·· parciales a distintos deseos humanos: es todo el hom-