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ellos se pretenderá clarificar de forma intelectual la actitud religiosa expresada de forma simbólica en el mito. II. EXPRESIONES DE LA ACTITUD RELIGIOSA EN EL NIVEL CULTUAL Es el segundo nivel o ámbito de expresión de la actitud religiosa y se justifica por la dimensión del hombre como espíritu-en-el-mundo, que tiende a expresar corporalmente sus sentimientos religiosos en lo que denominamos acción cultual, en actitudes y actos religiosos cultuales. La acción cúltica constituye, así, la expresión práctica de la actitud re– ligiosa. Lo que la doctrina teológica formula, el culto lo ejecuta. l. Rito. El rito, o acción sagrada, es otro de los llamados por J. Wach «uni– versales de la religión>>. Hasta tal punto adquiere importancia que E. O. James no duda en afirmar: «El rito ha de considerarse más fundamen– tal que la creencia; ya que es la forma externa y tangible de los ínti– mos deseos del alma». 1.1. Estructura fenomenológica. El rito se constituye por la encar– nación, la corporalización concreta y práctica de la actitud religiosa. La significa, como expresión simbólica que es, y la realiza, al mismo tiem– po. El rito sagrado no supone otra realidad distinta a la profana, sino que es la misma, apreciada de un modo totalmente distinto. Sigue, de esta forma, la dialéctica de la relación entre sagrado y profano, que ya hemos analizado. Lo que explica que los ritos sagrados tengan como punto de partida modos de expresión profundamente humanos, que adquieren otra referencia y significan la respuesta humana ante la pre– sencia del Misterio. La acción ritual supone, estructuralmente • una colaboración simbólica de la intervención del Misterio, • que recuerda, significa la actuación del Misterio que se celebra y • realiza aquí y ahora, y de modo operativo, lo que se celebra. Lo que constituye, fenomenológicamente, las funciones del rito: recuerdo-memoria y actualización de lo que se celebra. De ahí la estrecha relación entre el rito y mito. Durante mucho tiem– po se discutió sobre la prioridad temporal de uno sobre el otro. Hoy, dejando este problema aparte, se destaca, más bien, el carácter de complemento recíproco. Detrás del rito se esconden principios y pro– gramas de vida que emergen del mito y que dan vida al contenido de la acción ritual. En el rito, a su vez, se celebra, se dramatiza, se danza, incluso, el mensaje de los mitos. De ahí su carácter, lúdico, gratuito, 65 3. Sistemáticas II.

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