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es inherente al hombre. Aunque la ciencia y la técnica piensen que con– tribuirán a la destrucción del mismo, como si se tratase de una inter– pretación «primitivista», los hechos indican lo contrario. La capacidad mitológica sigue presente en el hombre moderno. Aún más, existe hoy un retorno a nuevos mitos. En todos los campos: política, medios de comunicación social, vida social, ideologías... Desde la perspectiva fenomenológica lo entendemos como un relato simbólico peculiar de acontecimientos especiales que han tenido, o tendrán lugar, en tiempos primordiales o escatológicos, respectivamente, y que son considerados como base de todo lo exis– tente. 2.2. Estructura fenomenológica. El mito se presenta en su estruc– tura fenomenológica y funcional, a tenor de la definición propuesta, de la maner, siguiente: • como relato simbólico peculiar que narra, refiere y proclama de modo evocativo y dramático las irrupciones y actuaciones del Misterio en el mundo. El mito no es simplemente un mero relato que se cuenta, sino que el narrador vive la reaUdad relatada, identificándose con el acontecimiento narrado y sintiéndose movilizado para la acción; • de acontecimientos especiales: se refiere a las cuestiones existen– ciales del hombre y del mundo en general, o del grupo humano al que pertenece, en particular (origen, fin de las estructuras fundamentales del mundo, del hombre, del propio grupo, etc.), dentro de su contexto socio-cultural particular; • que han tenido, o tendrán lugar, en tiempos primordiales o es– catológicos: el mito hace referencia a tiempos privilegiados (tiempos primordiales de los orígenes, o de consumación final en las religiones. que entienden el tiempo en forma lineal), y espacios determinados pri– vilegiados (tierras imaginarias), paradigmáticos y metahistóricos, por– que no pueden ser verificados, y que corresponden a la edad de oro del hombre; • considerados como base y fundamento de todo lo existente: -,- Mediante el lenguaje mitológico el hombre trata de dar respues-– ta a las cuestiones existenciales y necesidades primarias de su vida y de su entorno; al mismo tiempo que intenta expresar el modo particular de ser en el mundo, comprenderlo y vivirlo. El mito, como dice Mirett, «está ahí no para satisfacer al hombre· especulativo con su «¿por qué?», sino al hombre práctico con su «¿Cómo, si no es así?... ». ....:a Mediante él el hombre busca un saber especial sobre el modo a.