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nología histórica de las religiones reconoce cada día más la im– portancia de este carácter de la actitud religiosa, para compren– der correctamente lo que acontece en el hombre ante el Miste– rio. La actitud religiosa, tanto a nivel personal como comunita– rio, está condicionada: - por la naturaleza humana: expresa la resonancia interior del hombre que se siente afectado por el Misterio; - por la cultura: expresa los condicionamientos socio-cultura– les de las distintas situaciones del hombre (económico, eco– lógico, sociológico... ). Lo que justifica esa diversidad de experiencias o actitudes religiosas ,entre distintas personas y las experiencias religiosas detectadas entre los pueblos primitivos y los de cultura más desarrollada, como lo mues– tra la historia de las religiones. COMPRENSION DEL FENOMENO RELIGIOSO EN SU REALIDAD SUBJETIVA La manifestación del Misterio provoca en el hombre religioso unas actitudes que se corresponden con las dimensiones propias de lo sagrado. Le ve inex– plicable y se admira y simultáneamente siente hacia él repulsa y atracción. Consciente de su condición de creatura, la grandeza y la gloria del misterio le atemorizan, al mismo tiempo que su dimensión soteriológica le fascina; por eso se abre a lo sagrado, lo acepta y $e deja poseer por ello. Estas acti– tudes interiores se complementan con la celebración del acontemiento me– diante unas respuestas simbólicas adecuadas a situación del hombre-en-el mundo La actitud religiosa o expresión de las mediaciones entre el Misterio y este hombre en-el-mundo tiene unos rasgos esenciales. Supone y es a la vez una respuesta de toda la persona humana que mediante su postura de aceptación y escucha entra en comunicación con el Misterio, se ecuentra con él. Este encuentro se hace necesariamente mediante unas intervenciones simb,ólicas. Debido al carácter social del hombre tiene una dimensión comunitaria que le sumerge en la tradición y le hace también creador de una nueva tradición. El culmen de toda genuina experiencia religiosa es la respuesta operativa. Hay una humanización del misterio, una proyección en la vida; a la vez que salva compromete al hombre a favor del hombre. La mayor o menor importancia teórico-práctica que se dé en las diversas religiones a este compromiso sal– vador condiciona sus distintas experiencias : religiones de la naturaleza y mis– téricas o proféticas. Pero también la actitud religiosa como respuesta al misterio está sometida e influenciada por los condicionamientos socio-culturales que forman el am– biente del hombre-religioso concreto y son de gran importancia en la feno– menología histórica de las religiones para comprender lo que pasa en ~l ámbito de misterio. Los condicionamientos más fuertes a nivel personal y co– munitario de la actitud religiosa provienen de la naturaleza humana y de la cultura. 55

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