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sencializa el Misterio. La historia de las religiones nos las mues– tra como lugar privilegiado de sus manifestaciones. En la Biblia constatamos esta gran hierofanía en la que Yahvéh se hace pre– sente a su pueblo (cf. Ex 13, 21-22; 19, 9; 20, 21; 24, 15-18; 34, 5; Sal 99, 7)... Los lugares que adquieren una significación misteriosa, están liga– dos en su origen, por lo general, a mitos, leyendas de intervenciones de divinidades o seres superiores, al mismo tiempo que en ellos suelen eri– girse altares o templos, como memorial de dichos acontecimientos hie– rofánicos. 2. Tiempo sagrado. El tiempo, en sus tres dimensiones -pasado, presente y futuro- es considerado por el hombre religioso como constante hierofanía. Fren– te al tiempo profano, el tiempo sagrado adquiere ciertas características: • supne una ruptura de nivel respecto al tiempo profano, por la que queda abierto a otro sentido más profundo y novedoso; • en él se actualizan, de forma perenne, acontecimientos que tuvie– ron lugar «al principio», en un pasado mítico primordial, que se consi– dera como la época de los dioses; • remite a tiempos fundacionales, modélicos, en los que los dioses modelaron al hombre, al mundo y los comportamientos de cuanto exis– te en el mundo; • exige un comportamiento correspondiente a su naturaleza sagra– da. El hombre religioso se experimenta participando de la perennidad de los dioses, frente a la inseguridad de la vida profana; de donde bro– ta la «nostalgia de los orígenes», de aquellos tiempos, primordiales. Cualquier momento temporal puede ser hierofánico. Pero no todos ad– quieren la misma importancia reveladora del Misterio: 46 - existen hechos, acontecimientos, horas privilegiadas de irrupción del Misterio, que expresan más la presencia de éste y piden una celebración festiva, mediante fórmulas, ritos, gestos particulares, que se hacen remontar a los orígenes y que corresponde, tam– bién, a los deseos profundamente humanos de los deseos del paraíso ... Estos elementos estructurales fundamentales se manifiestan en todas las religiones, aunque de modo diverso: •• en las religiones primitivas, el tiempo sagrado irrumpe sin continuidad, en sentido circular y repetitivo, como tiempo del eterno retorno;