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de forma muy diversa, tal como se manifiesta en la historia de las re– ligiones, como más tarde analizaremos. Basta tener presente, por ahora,. la conclusión a la que llega J. Martín Velasco sobre el tema: «Desde la más abigarrada multiplicación de símbolos naturales hasta el silencio absoluto y la total ausencia de formas, nombres y figuras como forma de representación y de expresión de su trascendencia». Pero lo que importa es haber descubierto la posibilidad de un acce– so fenomenológico preliminar al significado del hecho religioso. En de– finitiva, de haber logrado descubrir de modo científico lo que aconte– ce cuando el hombre vive en clima religioso; y, en consecuencia, de habernos mostrado los elementos esenciales del significado de la re– ligión. A la luz de cuanto hemos examinado, podemos ya adelantar una de– finición inicial, lo suficientemente amplia y, a la vez, exacta de lo que entendemos por religión, objeto de nuestro estudio: Relación que surge de un encuentro del hombre con alguien que se revela en el clima de lo sagrado como Misterio, de quien se siente depender y de quien espera la salvación. COMPRENSION FENOMENOLOGICA DEL HECHO RELIGIOSO EN SU ASPECTO OBJETIVO El hecho religioso es un hecho humano con un carácter peculiar que le hace irreductible a otros fenómenos humanos. Para determinar sus hechos objetivos resultan insuficientes los criterios filológicos y los históricos. Para conseguirlo, la fenomenología utiliza entonces lo «sagrado» en su sentido de «opuesto a lo profano», como vía indirecta de comprensión. Lo «sagrado)) es un clima o atmósfera envolvente especial que penetra todo cuanto se da o sucede en el hecho religioso. Una vez comprendido este concepto, se comprende también el hecho religioso. El estudio de lo sagrado en este doble aspecto de envolvente, clima, ámbito de lo religioso y clave para su comprensión se puede llevar a cabo de un modo histórico eiaminando la doctrina de los autores más representativos o de un modo objetivo analizando fenomenológicamente algunas expresiones o manifestaciones más características que diversas religiones consideran como «sagradas» como son los ritos de iniciación, la conversión o iluminación, el «tabú». De esta doctrina y de este análisis fenomenológico podemos deducir que cuando se manifiesta lo sagrado en la vida del hombre religioso se da una ruptura con lo profano, y la realidad, sin perder su carácter secular, adquiere un significado nuevo. El hombre religioso inicia una relación particular con Alguien, realidad misteriosa que se le manifiesta como misterio trascendente: ser superior a otro cualquiera, superioridad que se manifiesta en términos de santidad excelsa, y a la vez como misterio presente al hombre y al mundo. Lo secular adquiere una dimensión manifestativa de lo divino con un doble valor, santo o maldito, capaz de salvar o condenar. Es a~í C!)?JlO mediante la fenomenología ha sido posible descubrir de un modo cientifico lo que sucede al hombre cuando vive en un clima religioso y concretar los elementos esenciales del significado de la religión. 37