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ciado y acompañado durante cierto tiempo, y durante el que se descubre el sentido de ese mundo nuevo sagrado. • Iluminación: - experiencia de la caducidad del mundo profano; - huída del mismo, en búsqueda de superación de dicha condición; - iluminación sobre el sentido de la vida; - sistemas de iniciación a esa nueva vida superior, totalmente dis- tinta a la anterior. 2.3. Tabú. Es otra de las manifestaciones de ese mundo de lo sa– grado. Este se presenta como un carácter ambivalente en el orden psi– cológico (atrae y repele al mismo tiempo -fascina y separa-) y en el orden axiológico (santo y maldito -salva o destruye-). De ahí que to– dos los objetos pertenecientes a ese mundo especial, sagrado, sean ob– jeto de innumerables tabús o prohibiciones. El término «tabú» proce– de del área cultural de la Polinesia y ha desempeñado un papel impor– tante en la etnología y ciencias de las religiones. Indica la presencia de un poder especial en una realidad (objeto, acción o persona) al mismo tiempo que hace referencia a la actitud que surge en el hombre que se siente afectado por él. El tabú es considerado como una fuerza que sitúa a esas realidades en un mundo ontológicamente distinto y cuyo contacto puede producir una ruptura de nivel que puede resultar fatal. Los objetos tabú pueden ser de naturaleza diversa: el rey, el extranjero, la vida sexual, ciertos días especiales, alimentación... (cf. Jue 19, 16-30; Ex 3, 5; Num 19, 11-16; Lev 21, 11 s.). La infracción del tabú lleva automáticamente una reacción del poder que se halla presente. Tocar lo sagrado puede acarrear hasta la misma muerte (cf. 2 Sam 6, 1-7). Pero lo que más sobresale en el tabú en orden al tema que nos ocupa es su ambivalencia, que, a la vez, manifiesta la ambivalencia del mundo de lo sagrado. Produce en el hombre religioso un sentimiento ambivalente: de temor, por una parte, ante lo totalmen– te otro, y de atracción, por otra parte, ante ese objeto que se considera fascinante en verdad. Algo esencialmente distinto a lo profano se nos está revelando. III. RASGOS ESTRUCTURALES PRINCIPALES DEL FENOMENO RELIGIOSO: DESCRIPCION FENOMENOLOGICA La categoría operativa de lo sagrado, como clima, atmósfera, ámbi– to en el que se manifiesta lo religioso, nos ha servido para acercamos al significado del fenómeno religioso en su realidad objetiva. Cierta- 34

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