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I. SIGNIFICADO DE LA FENOMENOLOGIA DE LA RELIGION El término fenomenología, procedente de la filosofía, fue utilizado por Hegel, convirtiéndose, luego, en el término preciso para significar un mé– todo, una doctrina e incluso un movimiento en filosofía a partir de E. Husserl (1859-1938). Intentaba recuperar la autenticidad de los objetos frente al subjetivismo ideológico. Dicho movimiento se introdujo en su término y concepto en el estudio del hecho religioso por Chantepie de la Saussaye (1848-1920), en su Tratado o, Manual de Historia de las religiones (1887), que se considera por los estudiosos como el primer proyecto de fenomenología de la religión. Pero el término fenomenología aparece en la cultura contemporánea con diversas flexiones semánticai;¡; por lo que interesa precisar con claridad el sig– nificado en nuestro estudio de la religión. l. Etimológicamente. Procede de los términos griegos phainészai (manifestarse), de donde phainómenon (fenómeno-manifestación) y logos (tratado, ciencia): ciencia de los fenómenos. Pero este significado variará según varíe el concepto de ciencia y la acepción de fenómeno. Por lo que respecta al término fenómeno, su significado ha sufrido cierta evolución a lo largo de la historia del pen– samiento. Así, la filosofía antigua consideraba como fenómeno lo que aparece sensiblemente, principalmente de forma visible: apariencia sensible de la misma realidad. La filosofía moderna, en cambio, inicialmente admite el siga nificado clásico; progresivamente disminuye su sentido objetivo-realístico e introduce, al final, la consideración del fenómeno en sentido subjetivístico e idealista. En el uso actual, y en el que aquí lo entendemos, la fenomenolo– gía se considera como el estudio o doctrina sobre los datos de conciencia en cuanto datos, o manifestaciones. Dentro de este último significado, es interesante distinguir, para mejor comprender el cometido de la fenomenología de la religión, la noesis= as– pecto intencional de las manifestaciones, de los fenómenos, del noema= as– pecto objetivo de las mismas, iluminado por la intención interior. El fenó– meno no es, en nuestra consideración fenomenológica, nada puramente sub– jetivo, sino que consiste en la aparición (frente a mera apariencia) de lo que se muestra, de lo que se nos da y ofrece en la aparición. 2. Realmente. La fenomenología en general, como ciencia de los fenómenos, intenta hablar, hacer un discurso legítimo -ciencia- de aquello que se nos muestra, 19

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