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2. Momentos constitucionales del lenguaje religioso. Los autores distinguen cuatro momentos principales en la forma de constituirse la expresión lingüística religiosa: • En un primer momento el sujeto se siente gratificado por la presencia del Misterio, como Realidad absolutamente trascendente y, a la vez, presente a él. Lo que provoca una forma de expresión particu– lar, técnicamente llamada «doxología». Es un lenguaje «explosivo» que traduce él sentimiento de trascendimiento y de pobreza existencial humana ante la presencia de aquél. El hombre se siente poseído por un «tú» que le invade, produciéndose un encuentro particular, que le sobrecoge, haciéndole sentir su pequeñez, su «pecado» frente a la gran– deza del Misterio. Pero, al mismo tiempo, le fascina. En la Biblia en– contramos lenguajes muy variados que expresan este primer momento (cf. Gen 18, 27; Is 6, 5; Job 42, 5-6, etc.). • En un segundo momento la persona religiosa se dirige al Miste– rio en actitud de alabanza, adoración y acción de gracias, ·petición, in– vocación y súplica. Los Salmos y la Liturgia abundan en esta forma de expresión religiosa. • En un tercer momento la persona religiosa intenta hablar del Misterio en sí mismo considerado. Pero siempre desde el encuentro que se ha efectuado en la experiencia religiosa. Trata de expresarse sobre el Misterio desde su propia experiencia. En el culmen de este momento se encuentra el lenguaje místico. Basta acercarse a los gran– des misticos para apreciar esta forma particular de referencia al Mis– terio. • En un cuarto momento la persona religiosa intenta hablar del mundo, del hombre y de la historia, pero desde la perspectiva trans– formante habida. Desde la propia experiencia del ·Misterio se interpre– tan los distintos contextos existenciales humanos. Un claro ejemplo de este modo de expresión religiosa lo encontramos en la Biblia: el pueblo de Israel interpreta su historia, todos los acontecimientos de su vida como Historia de salvación... 3. Dimensión racional del lenguaje religioso. El lenguaje religioso como dimensión humana, puede y debe ser sometido, también, a .la crítica de la filosofía de la religión, que se pregunta por su inteligibilidad. ¿Puede el hombre expresar con senti– do lo que acontece en la experiencia del Misterio? ¿Qué valor tienen las expresiones lingüísticas referidas a dicha experiencia y a su objeto de referencia? ¿Existe algún criterio de verificación que distinga su verdad, es decir, el lenguaje religioso verdadero del falso? 176

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