BCCCAP00000000000000000001101

I. EL LENGUAJE RELIGIOSO Y SU NUEVA SITUACION Al hablar de la experiencia religiosa, indicábamos que el hombre tiende naturalmente a la comunicación expresiva de sus experiencias, en forma múltiple y variada. Analizábamos, también, algunos de los modos concretos en los que el hombre religioso proyectaba sus expe– riencias en relación al Misterio: simbolismo, mitos, ritos... Ahora nos referimos al modo principal y más original de la expre– sión religiosa: el lenguaje religioso en cuanto tal. Y, al aludir a él, lo entendemos, siguiendo la línea de E. Sapir, como «sistema de signos y símbolos, producidos de manera deliberada por los órganos fónicos,. mediante los cuales se expresan ideas, sentimientos y voliciones» reli– giosos. El tema sobre el lenguaje y su aplicación a la expresión religiosa ha sido preocupación constante de la filosofía. Pero en nuestra cultura el lenguaje se ha constituido en objeto de investigación científica y ha llegado a ser considerado, en ciertas corrientes del pensamiento con– temporáneo, como el objeto mismo del pensar filosófico. El desarrollo actual de la lingüística en sus diversas esferas, como la semiótica, cibernética, informática, y algunas corrientes filosóficas modernas, han hecho crecer su interés, al mismo tiempo que han m;o– ducido un clima de crisis en el lenguaje religioso. Entre los motivos principales de esta nueva situación, podemos se– ñalar los siguientes: • la evolución lingüística de la filosofía contemporánea, desde el. neopositivismo hasta el estructuralismo, pasando por el existencialis– ivo y la nueva analítica del lenguaje; • la conciencia histórica del hombre, problematizando el sentido• del hablar humano sobre los hechos religiosos con carácter absoluto; • el psicoanálisis, aplicado a los significados profundos del len– guaje; • el diálogo entre creyentes y no creyentes, que utilizan otros len– guajes religiosos o secularizados; • la densidad de la lingüística de la revelación de las llamadas «culturas del libro}) (judaísmo, cristianismo, islamismo) y su difícil in– terpretación... Todo ello ha contribuido a presentar el problema del lenguaje re- 173:

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz