BCCCAP00000000000000000001101
floreció la ciencia de los hadit, o relatos piadosos, breves y concretos, atribuidos al profeta y a sus compañeros, que aprovechaban las dis– tintas facciones políticas según sus conveniencias. Todo ello produjo escuelas de interpretación jurídica de la doctrina musulmana, basán– dose en narraciones, tradición transmitida que se remonta hasta el principio de las revelaciones de Dios al profeta y recogía las acciones y máximas de éste. Todo ello produjo dos grandes grupos religiosos: los ortodoxos -fieles al mensaje primitivo del profeta, con cuatro gran– des escuelas desarrolladas a partir del siglo VIII- y las tendencias sec– tarias, divergentes de aquélla. Por otra parte, la espiritualidad islámica -basada en los cinco fun– damentos que explicitan los deberes con Dios, con el prójimo y consi– go mismo, de una forma inicialmente rudimentaria, pero realmente auténtica- creció en profundidad, siendo célebres sus maestros espi– rituales; sus místicos y pensadores: Hasan al-Basri (m. 728); Rabia al- Adawiyya (m. 801), esclava, tañedora de flauta convertida al islam; Yahya-ibn Mohad (m. 871), primero en dar un curso público de místi– ca en las mezquitas; Al-Gunial (m. 910), máximo representante orto– doxo del sufismo (ascetas que, a imitación de los cristianos, vestían un tosco sayal de lana) moderado; Al-Hallag (858-922), uno de los gran– des pensadores, de gran espíritu, con doctrinas atrevidas sobre ascé– tica y mística que le llevaron a la muerte por blasfemo; Algazel (1058- 1111), cuyas obras, traducidas al latín, tuvieron amplia difusión en Occidente, e Ibn al-Arabi (m. 1240), punto culminante de la corriente panteísta del sufismo, para quien las diferencias de religiones pasan a segundo plano y quedan absorbidas en el perfecto amor de Dios. En la actualidad, el islamismo ocupa el segundo puesto entre las re1igiones del mundo por el número de seguidores que, según la esta– dística de las Naciones Unidas del 1972, ascienden a 528.879.000 ex– tendidos por los cuatro continentes. Y constituye una de las religiones más importantes. IV. JUDAISMO El llamado judaísmo es una realidad de naturaleza étnica, social, política, histórica y religiosa muy compleja y de variada significación. Complejidad que repercute hasta en el mismo significado del término, no siempre entendido de igual modo por los distintos autores que se acercan al estudio del mismo y que tiene importancia al referirnos al judaísmo como fenómeno religioso. En sentido amplio, se entiende por judaísmo la constitución de la federación de las doce tribus, al paso que éstas se iban estableciendo en suelo palestino. A partir del s. VI a. C. se puede hablar de judaísmo 143
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz