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nitiva. La religión primitiva revelada por Dios ha sido adulterada y fal– seada por judíos y cristianos. Mahoma es el encargado de volver a dar– le su valor original y perfeccionarla. Es el restaurador de la misma y continuador de la pura religión de Abraham. Los principales puntos doctrinales del islamismo son: sumisión total a la voluntad de Dios (islam) y aceptación del mensaje de Mahoma, su profeta. El Dios del islamismo es sustancialmente el mismo del A.T.; per– sonal y trascendente, sabio, piadoso y compasivo, creador, señor de la vida y de los hombres. Sobresale por su unicidad, defendida acérrima– mente por Mahoma, contra la idolatría reinante en su ambiente y con– siderada como el pecado máximo del hombre: «No hay Dios más que Allah». El islamismo reconoce las Escrituras judías y cristianas, interpre– tadas y perfeccionadas por el Corán; reconoce, asimismo a los Profetas, entre los que destaca Jesús. Mahoma es el último y más importante. Cree en el juicio final que, tras la resurrección de la carne, fijará la suerte definitiva de cada hombre en correspondencia a sus obras para ir al paraíso o al infierno y cree también en los ángeles y demonios. Allah, como dueño y señor del hombre, ha impuesto cinco obligacio– nes fundamentales, consideradas como los cinco pilares del islam: - el testimonio o profesión de fe ( = sahada) sobre la unicidad de Dios: «No hay más Dios que Allah y Mahoma es su profeta», fór– mula requerida para entrar a formar parte de la comunidad islá– mica; - la plegaria ( = salat) u oración ritual, cinco veces al día, distinta de las oraciones voluntarias; para las que no se señala lugar ex– clusivo, aunque la mezquita sea el más apropiado; - la limosna ( =Zakat) destinada a los necesitados y como contribu– ción a la comunidad y signo de liberalidad; - el ayuno ( = sawm) durante el mes de ramadán (noveno del año lunar musulmán, en el que se tuvo la primera revelación del Corán); - la peregrinación a La Meca ( = hagg), que todo musulmán libre y adulto debe hacer, al menos una vez en la vida y con ritos espe– ciales bien detallados. La salvación se consigue mediante la fiel observancia de estos man– damientos de Dios y siguiendo el ejemplo de Mahoma, su mensajero. 3. Evolución posterior. La interpretación del Corán y de la Sunna produjeron, a la muerte de Mahoma, tendencias religiosas diferentes. Durante los siglos VII-IX 142
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