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Boecio, por su parte, tiene presente lo que afirma Aristóteles en sus Analíticos Posteriores. Al referirse éste a las proposiciones axiomáticas o indemostrables, afirma que llama axioma a aquella proposición que debe precontener el que se propone aprender cualquier cosa 33 • Este término axioma fue traducido en la Edad Media por "dig– nitas", "natío communis", "conceptio communis". Se pretendía in– dicar una proposición absolutamente cierta, necesaria, indemostra– ble y presupuesto de cualquier otro discurso. Se suponía con ca– rácter inmediato y naturalmente ínsito en el hombre, aspecto que fue acentuado durante toda la Edad Media por los pensadores cris– tianos. Sobresale entre todos Ricardo de San Víctor. Frecuentemente alude a esta "animi conceptio communis" como si se tratase de cierto don de la misma naturaleza, familiar a todos, de valor irrecu– sable, cuyo origen es preciso situarlo en una concepción común del espíritu 34 • non egeat. Unde et alibí indemonstrabilis. et per se nota dicitur, et hic, enuntiatio, quam quisque probat, auditam... Nec te moveat quod concep– tio aut si etiam converso, enuntiatio dicatur conceptio, quoniam et quod concipimus enuntiamus et quod enuntiamus, concipimus" (G. P0RRETA– NUS, Commentarium in librum auomodo substantiae bonae sint: PL 64, 1316-1317). 33. ARIST0TELES. Anal. Post. I, 72, 17 (ed. Bekker). En la literatura estoica con el nombre de "communes animi conceptiones" se designan los principios supremos de orden intelectual y moral que rigen al hom– bre y brotan casi espontáneamente del alma, como primeras manifesta– ciones del "logos" interno. Los "axiomas" serán la forma de proposicio– nes verdaderas. Cfr. para este tema M.D. CHENU, La théolooie au douzie– me siecle, París 1957, p. 151. Cicerón, aludiendo a Epicuro, lo interpreta como consentimiento universal (cfr. De natura deorum, I, 16-18; II, 2.3). Igualmente Séneca (Epist. 117. 6). Cfr. K.D._ NoTHDRUFT, Studien zum Einfluss Senecas auf die Philoso,pihie und Theologie des zwolften Jahr– hunderts (Studien und Texte zur Geistesgeschichte des Mittelalters, 7) Leiden 1963, pp. 192-195. Para el aspecto del estoicismo en relación al ar– gumento ontológico resulta interesante e ilumina el tema al que esta– mos aludiendo el art. de M. BALDASSARRI, Lo stoicismo antico e l'argo– mento ontologico, en Riv. Filos. Neoscol. 63 0971) 391-418, 547-574. 34. "Nulla autem sententia certior redditur quam quae ex communi animi conceptione formatur" ( Op. cit., IV, c.5, p_ 240). "Primo itaque illud dicamus quod naturali quodam instinctu orones in commune agno– vimus et uso continuato quotidianis experimentis probamus" (!bid., V, c. 2, p. 302) Cfr. lbid., I, ce. 19-20, p. 96). Sto. Tomás alude también a es– ta misma concepción de las verdades "per se notae" al preguntarse "Utrum Deum esse sit per se notum" (I, q.2, a.1, c. y ad 2). Más detalla– damente expone el tema en Expositio super Boethium de Hebdomadibus, cap. 1, en Opuscula Omnia I, cura et studio R.P. Petri MANDONNET, París 1927, pp. 169-170 -46-

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