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del término Dios en el sentido expresado en la definición clásica, de origen neoplatónico: "id quo maius excogitari nequit" 25 • Tal expresión es una fórmula constante en el pensamiento cris– tiano en la que se intenta verter, por vía fenomenológica, lo que los hombres han querido decir con el término Dios. Como suprema noción de Dios, pretende indicarnos la riqueza de su ser por enci– ma del cual no puede concebirse otro mayor 26 • 25. " ...Deus est quo maius excogitari non potest... "(J Sent., d.2, a. un., q.l, f.l: I, 50b). Cfr. referencia de textos en nota 27. 26. Generalmente tal definición de Dios suele atribuirse a S. Ansel– mo. Creemos que está aún por hacer un estudio histórico-critico sobre el origen de la misma en cuanto al esp,íritu, letra y siunificaclo. Sólo co– nocemos referencias esporádicas. Cfr. F.S. ScHMITT, S. Anselmi opera omnia, I, Edimburgi 1938, p. 102, nota 3; E. RIVERso, La controversia sull'ar!Jome.nto ontologico, en Stud. Patav. 10 (1963) 66-89; A. ROBLES, Prioriclad de la fe sobre la razón. Al– rededor del argumento ontológico, en Franc. 8 (1966) 167-243, esp. 197ss. En cuanto al esp,íritu de tal definición, creemos que ya el Co:rvut; Her– meticum refleja perfectamente este modo de concebir a Dios; cfr. A.D. NOCK-A.J. FESTUGIERE, Corpus Hermeticum, 4 vols., Paris 1954, I, tract. I, n.31, p.18; V, n.8, p.63; !bid., n.10, p.64; III, fragm. VI, n.19, p.39. No de– be olvidarse la popularidad creciente que esta obra adquirió a partir del s. II en los pensadores cristianos. En relación a la "letra" de dicha, expresión o similares, se encuen– tra en M.T. CICERO, De natura deorum, II, 17: refiriéndose a la doctrina de Ep,icuro sobre la naturaleza de Dios, sobre la que no puede pensarse nada mejor; L.A. SENECA, Naturalium qua.estionum libri sevtem ad Lu– cilium, Liber V., Texte établi et traduit par Paul Oltremare, en Oeuvres comp,letes I, Praef. 13. Collection des Universités de France, Paris 1929, pp. 10-11; ÜRIGENES, De Princi)pei,is, c.l, n.6, 21: GCS., V, 1913; s. AUGUSTI– NUS, De moribus Ecclesiae catholicae et de moribus manichaeorum, Liber II, c.11, n.24: PL 32, 1355; IDEM, De libero arbitrio libri tres, II c.6: OSEL., 74, 51-52; nn. 54.55.57; IDEM, De doctrina. christiana, Liber I, c.7: loe. cit. 80, 11-12, nn. 54.55.57; InEM, Confessiones, Liber VII, c.4: loe. cit. 33, 145- 146; BoETHIUS, De consolatione philosophiae, III, prosa 10: csEL., 67, 65. S. ANSELMO consagrará dicha definición en el inicio del capítulo segundo de su Prosilogium: "Et quidem credimus Te esse aliquid quo nihil maius cogitari potest" (en Op,era Omnia I, ed. cit., p. 101). En los canitulos 3. 4. 5. 14. 15. jugará un papel esencial dicho concepto (]bid., pp. 101-102. 102-103. 103-104. 104-105. 111-112. 112). Igualmente en su obra Quid ad haec respondeat editor ipsius libelli, (]bid. , I, 30-139). S. BERNARDUS, De consideratione, V, c.7, n.15, en Sancti Bernardi Opera III (recens. J. Le– clercq-H. M. Rochais), Roma 1963, p. 478; RICARDUS A SANCTO VICTO– RE, De Trinitate, I, c.11, en Sources Chretiennes, 63. Texte Latin, in– troduction et notes de Gastan SALET, Paris 1959, pp. 82. 84; c.18, pp. 94. 96; c-19, p.96; c.21, pp. 98. 100; c.22, p. 100; II, c.16, p. 138. En la Summa Halensis aparece como idea constante en el tema de la existencia e indubitabilidad de Dios (cfr. p.1, inq.l, trac.1, q.1, cc.1-2: Ed. Ad Claras Aquas 1924, I, 40a-45a). Santo Tomás tendrá también en cuenta dicho concepto de Dios. Si bien critica el argumento anselmiano (I, q.2, a.1), admite el significado ele dicho término como "id quo maius cogitari non potest" (I, q.2, a.1 ad 2), y será el presupuesto de la repeti– da conclusión de las vías: " ... et hoc omnes intelligunt Deum" (]bid., q.2, a.3 c). Resulta rara la citación del contexto de dicha definición en los -43-
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