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EL HOMBRE Y LA HISTORIA EN EDUARDO NICOL 69 En el caso de Parménides, se esfuman las relaciones de contradicción. Como la Nada es negación total del Ser, no puede tener como subordinado al no-ser (negación parcial del Ser). La negación contradictoria del Ser con el no•ser es superflua. Tampoco el Ser, unidad y totalidad consecuente de su confrontación con la Nada,puede tener subordinado alguno afirmativo de ser. Por ello, si se acepta el esquema de Parménides y su principio ontológico de no contradic– ción, se termina en el absurdo de negar la existencia del ente. Después de Parménides, desaparece la Nada del esquema, en la meta– física, y queda como único absoluto el Ser con dos subordinados, guardando uno de ellos relación contradictoria con el Ser, al que niega: bd.d/~¡·' .. su~o re ac,o~ctaria Hegel invierte esta figura: en la base, en la realidad, forman unidad el ser y el no-ser y en la cúspide se hallan el Ser y la Nada, indeterminados e inexistentes, fundando el ser y el no-ser concreto del existente: Nivel especulativo--------- Ser puro Nada pura abstracto Nivel uistencial ente ( q u e rf "es t o " y !Ino es e s t o " : eon t r ad i e ci ó n ) De esta manera, Hegel mantiene en parte lá lógica de Parménides, en cuanto la unidad de los opuestos a nivel existencial, temporal, depende de la afirmación de la Nada a nivel especulativo l60. Para E. Nícol, toda esta fundamentación dual cae por su base cuando se advierte que «el ente es aquello en que consiste el Ser» l6!l. Cuando se separan Ser y ente, haciendo de aquél fundamento de los aspectos positivos del ente, paralelamente y al mismo nivel ontológico, ha de aparecer la Nada 160 Para esta exposición que hemos hecho del principio de no contradicción, puede verse PC 339-42. 161 PC 342.
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