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EL HOMBRE Y LA HISTORIA EN EDUARDO NICOL 51 En la d~ctrina de. Parménides se juntan dos principios: 1) Que el Ser es racional, principio ya establecido anteriormente por los pensadores griegos; 2) Que la razón tiehe sus propios principios; lo cual es algo peculiar de Parménides. Aceptados ambos principios, «la verdad tiene que resultar entonces necesariamente de una concordancia perfecta entre el orden de la razón y el orden del ser. Esta concordancia no es un ideal del conocimiento: según él, es un hecho, es una forzosidad ineludible» 100. Parménides pone en evidencia el dinamismo interno del pensamiento. Partiendo de la legalidad formal de la .razón, emprende la búsqueda de la verdad, que es hallazgo del pensamiento, aunque la mayoría de los mortales siguen el camino del error, de la experiencia, de la pluralidad y del cambio. El camino de la verdad se recorre de acuerdo con la mecánica estricta del pensar, que tiene su ley propia, libre del testimonio empírico. No estamos en la verdad; llegamos a ella. En este recorrido se identifican la ley del pen– samiento y la racionalidad del ser: pensar y ser son la misma cosa. Y, por ello, el principio de no contradicción -la ley del pensamiento- impone su lógica al mundo del ser, en el que quedará establecido el principio. de iden– tidad. Así se llega a identificar racionalidad del pensamiento y racionalidad del ser. De los dos aspectos ofrecidos por la experiencia, Parménides se queda con la unidad y la permanencia, rechazando la pluralidad y el cambio. El ser será pura unidad homogénea y pura identidad estática. Por este camino, independiente de la experiencia; el hombre pierde no sólo el tiempo sino el mismo mundo. La filosofía de Parménides es acósmica al negar la realidad y hasta la posibilidad de lo que constituye el mundo (diversidad, cambio, pluralidad, tiempo). Por eso, afirma E. Nícol que, al excluir, con la negación de la Nada, las variaciones y las relaciones internas del Ser, «es. el carácter irracional de la identidad el que conduce, siguiendo la razón aberrante de Parménides, a la antinomia de un Ser que no existe y una existencia que no es» 10 1 • La filosofía de Parménides es un: hito divisorio en el pensamiento filo– sófico griego. Los pensadores posteriores, condicionados por la intempora– lidad del ser, tuvieron que escoger entre dos posibles caminos: 1) Algunos filósofos, como Meliso y Zenón, siguieron las orientaciones de su maestro, combatieron 19 pluralidad y el cambio. Defendieron el ser eterno, inalterable. 2) Otros filósofos, como Empédocles (y luego Platón y Aristóteles) trataron de conciliar la identidad del Ser (junto con su intemporalidad) con 100 ME 159. De esta manera, el principio lógico del pensar -la no contradicción– impone al Ser un principio ontológico -la identida~, para que el Ser sea racional. C.On ello se ha prescindido del tiempo en el Ser (Cf. ME 38, 162, 166-67; IH 257-58; HE 32-33; he 37-38; 'El absoluto negativo', en Diálogos 5, 1968, 69). 101 PC 335.

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