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EL HOMBRE Y LA HISTORIA EN EDUARDO NICOL 45 En esta labor, E. Nícol se siente vinculado de manera particular a Heidegger y su «destrucción de la ontología», cuya meta es, negativamente, disolver las capas encubridoras formadas sobre los conceptos ontológicos por la tradición y revelar, positivamente, las formaciones originarias 78. La «destrucción de la ontología» es llevada a cabo mediante una doble operación: 1) Un recorrido histórico o historiográfico, expositivo y crítico, pues la filosofía no puede desprenderse de su propia historia. Ello comporta «saber de dónde proviene la filosofía, qué conexiones mantiene con otras de su tiempo, y con el tiempo mismo, como época histórica; cuál es su idea directriz y hacia dónde apunta» 1 9 • En su repaso histórico, E. Nícol no hace una investigación exhaustiva de toda la historia de la filosofía (aunque, sin embargo, explícitamente señala que habría de hacerse). Hay análisis históricos, expositivos y críticos a la vez, diseminados por todas sus obras, sean libros o artículos, pero se trata siempre de exámenes parciales 80 • Lo ,que está más claramente llevado a la práctica es el propósito que preside todo el recorrido histórico y que él expresó con estas palabras: «No buscamos, en efecto, dirimir la cuestión entre opiniones discrepan– tes; la investigación no tiene una intención polémica. Buscamos, por el contrario, el punto inicial de una manera regular y persistente de plan– tear los problemas metafísicos en todos los grandes sistemas; ese rasgo inicial que llegó a formar un hábito de pensamiento y prestó una fun– damental uniformidad a esos sistemas, por debajo de sus discrepancias aparentes, y es lo que da sentido al discurso histórico de la metafísica» 81 . El «punto inicial» indicado por E. Nícol, y que nos interesa considerar ahora, es el problema del ser y del tiempo, que la tradición filosófica ha ido planteando y resolviendo de diversas maneras a2. 2) Una construcción sistemática. La revisión histórica, conducida con espíritu crítico, lleva en sí, de alguna manera, la construcción paralela siste– mática. Ambos elementos -repaso crítico histórico y construcción sistemá– tica- serían, por tanto, inseparables. Y como tales aparecerán en la expo– sición que hacemos. El sistema nace como estudio, exposición y, principal- 78 Abundan las referencias a este tema en los escritos de E. Nícol. Cf., por ejemplo, 'Los conceptos de espacio y tiempo en la filosofía griega', en Diánoia (1955) 137-38; 'Fe– nomenología y dialéctica', en Diánoia (1973) 41, 56; 'Sorne indications about the Meta– physics of Expression', en Philosophy and Phenomenological Research 25 (1965) 583-84; 'Verdad y Expresión', en Revue Internationale de Philosophie 16 (1962) 12; 'El absoluto negativo', en Diálogos (1968) 71; HE 30, 268, 343; IH 24; ME 18, 167-68; etc. 79 HE 10. 80 En VH 289 propugna «una revisión histórica total de la filosofía». 81 ME 143-44. No recogemos todos los análisis históricos que lleva a cabo E. Nícol, sino sólo aquellos hitos fundamentales que sirven para aclarar e iluminar los puntos que desarrollamos en nuestro trabajo. 82 Cf HE 17-18.

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