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28 MANUEL GONZALEZ GARCIA del cual resulta una teoría del hombre como ser determinado por la temporalidad y la espacialidad, y de la vida como acción (expresión)». b) «Un estudio de la historicidad del ser del hombre». c) «Una investigación de la salvación de la verdad antes de la ciencia, lo cual implica una teoría del conocimiento como reconocimiento, y la afirmación de que el objeto se constituye como tal no en la relación dual sujeto-objeto, sino en la apófansis verbal por la cual dos sujetos identifican el ente como realidad común». d) «Afirmación de la evidencia inmediata y apodíctica del otro (el prójimo) como ser de la expresión» 32, II Si de estas opiniones ajenas pasamos a la propia producción de E. Nícol encontramos que él avala ciertamente la opinión de quienes ponen la «ex– presión» como centro de sus inquietudes filosóficas. Pero, al mismo tiempo, quedan patentes la continuidad y coherencia de un pensamiento que, más que pasar por etapas marcadas por problemas diversos, ha ido creciendo y enriqueciéndose en torno al tema de la «expresión», al que él no duda en llamar «su destino vocacional». El progresivo esclarecimiento de lo que cons– tituye ,el punto central de su filosofía puede seguirse, paso a paso, en las propias palabras de E. Nícol. Cuando en 1974 escribía unas palabras de reflexión sobre la revista Diánoia, a los veinte años de su fundación, mira también a su propia obra y escribe: «Según la noción convencional, los años de aprendizaje habían quedado atrás, cuando se publicó la Metafísica de la expresión. Con el plan de sus ideas se había alcanzado una meta, después de muchos años de exploración. Sin embargo, en la continuidad del camino no hay metas finales. La paradoja del avance continuo es que obligue tantas veces a volver hacia atrás; porque la obra terminada es imperfecta, y la misma continuidad del trabajo siste– mático fue la que, en este caso, impidió que me conformase con una simple reedición de la Metafísica» 33 . 32 Diccionario de Filosofía, 5 ed. («Alianza Diccionarios», Madrid 1984) palabra 'Nícol, E.'. Citamos este diccionario porque, dentro de la escasa bibliografía existente, es bastante explícito en su juicio. Otra obra semejante, Diccionario de filosofia contemporánea, dirigido por M. A. Quín– tanilla (Salamanca 1976), dice así en la palabra 'Nicol': «La trayectoria filos6fica de Nícol comienza con una atención al tema antropológico (antropología), en el que destaca el estudio de la expresi6n humana, lo que lleva al autor a plantearse más tarde el problema de la metafísica y la definición del hombre en función de la historia. En su replantea– miento de la metafísica domina la idea de la inmediatez del ser, y del ser existente (el único ser) (existencialismo). Esto le lleva al estudio de una nueva fundamentación de la ciencia; la filosofía de la ciencia de Nícol es, en síntesis, una teoría del conocimiento que alberga en su desarrollo todo el problema de la verdad y la historia y sus posibles incompatibilidades». 33 'Diánoia y diálogo. Veinte años después', en Diánoia 20 (1974) 3.