BCCCAP00000000000000000001097

232 MANUEL GONZALEZ GARCIA Su método particular de hacer filosofía discurre por los caminos de la fenomenología, la historia, la dialéctica y la hermenéutica 754 . E. Nicol ha incorporado a la antropología metafísica las preocupa– ciones despertadas por el historicismo existencialista: un tiempo que aparece destruyendo toda permanencia esencial y una irracionalidad que degrada lo más peculiar del hombre. Frente a la evanescencia de lo permanente, frente a la desintegración del hombre, E. Nicol establece una estructura que ga– rantiza la mismidad del hombre. Hay una alteración constante, pero la «regulación legal» salva al hombre de disolverse en la pura temporalidad 7 5 5 • Los modos ónticas encuentran su expresión en las variantes ideas del hombre que han surgido con el paso del tiempo, revelando todas ellas las posibilidades del ser potencial. Esa es la gran dignidad ontológica del hombre: que desde dentro de su mismo ser, con un principio dinámico interno y personal, hereda una tradición que puede, a su vez, variar, mol– deando su propio ser. O, como dice en La vocación humana, «logrando ventaja para su ser» en una tensión permanente que mira hacia el fu– turo 756. El pasado es una herencia que, si no es renovada, se disuelve con el tiempo. Por eso, el hombre, cuidadoso de su propio ser, ha de seguir buscando, y calificará su propia vida como noble o trivial no tanto por las obras realizadas cuanto por la inspiración que dirigió su esfuerzo. Esto es precisamente lo que ha buscado E. Nicol en su obra. Así lo dice él mismo juzgando su filosofía: «¿Y qué sentido tiene empeñar nuestra vida, que por ser única es absoluta, en una obra que de antemano sabemos habrá de ser relativa y transitoria, si a tanto llega que merezca la pena ocuparse de ella? Lo que nos mantiene en el empeño de filosofar no es lo que produzcamos, sino el empeño mismo. La verdad no vale por lo que en ella se dice, sino por el afán que inspiró su búsqueda... El filósofo cumple buscando la verdad, pero· su vida no la justifica la verdad encontrada, sino princi– palmente la búsqueda. El tino del hallazgo se le da por añadidura... Las obras de filosofía ... no valen por sí mismas, ni hay que juzgarlas por la 754 Esas serían las cuatro dimensiones de su método de hacer filosofía, tal como h1dica, .sobre todo, en ih 22-27. En otros pasajes califica como fenoménico, histórico, dialéctico y hermenéutico su método, sin dar más explicaciones. 755 Así lo dice en IH 45-46: «... No sólo el cambio es racional porque tenga formas; sino que es racional la condición humana, porque puede ser pensada ontológicamente, y porque su entidad incluye cabalmente la potencia racional. Todo cambia, pero la verdad que no cambia es la verdad que explica el cambio». Y en ME 11: «La tesis de que el proceso histórico de todas las modalidades expresivas es susceptible de una regulación legal rigurosa, como la que se intenta aquí... responde a una idea básica que se ha formulado en varios textos, y sobre todo en la Introducción a La idea del hombre: todo cambia, menos la ley que rige el cambio. Este es el principio inmutable de la temporalidad y racionalidad de lo real». 756 Esta idea la desarrolla en las pp. 9-21 de VH.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz