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EL HOMBRE Y LA HISTORIA EN EDUARDO NICOL principios. 1 Lo que supone también un retorno, incluso cronológico,, a los orígenes .de la filosofía, a Grecia,. en donde ya se marcó la dirección fun– damental d~ la filosofía. Su trayecto histórico está señahtdo por hitos (filó– sofos, escuelas, doctrinas, etc.), que indican el camino, sin vadar su •orien– tación 743 • E. Nícol quiere establecer una nueva fenomenología y dialéctica. ' Un.a fenomenología,· ya que la filosofía ha de tratar de los fencSinenos r~ales y partir de la experiencia. Deberá ser definida como un <<Positivismo radical»: «como un pensamiento que obtenga de los datos las eviden:cias primarias» 744, · Una dialéctica, pues ~e rompe con el princ;ipio de no contradicción; en orden a dar razón del devenir. Fenomenológicamente, la filosofía de E. Nícol se funda en una .evi– dencia: Hay Ser. Y esta verdad primaria no sólo ha de serlo, je;rárquic¡. mente, sino _también en el orden del conocimiento, convirtiéndose, el Ser en el.primum cognitum para la experiencia común y precientífica de todo hombre. El Ser es presencia y apariencia, sin otros estratos ocultos. y más verdaderos que la apariencia. Se halla en el concreto de los entes, ya que es el único punto donde el Ser .puede ser visto y encontrado. Los entes, no_ se identifican con el Ser, pero sori Ser. Y, de aquí, por un lado, _el devenir· dialéctico y la lucha de lo~ entes y, por otro, la armonía y con,ipa~ 743 Cf. me 124 y 126. Las ideas que expcmemos a continuación están inspiradas en afirmaciones que E. Nícol dejó escritas en ME 204-10; me 123-30; ih 78-83. - 744 ine 124. Escribe en PC: «El rualificativo de fenomenología, a_plicadci a la ciencia primera, no implica en modo lLI._guno la adopción del .método Y. la doctrina. espe– ciales de la filosofía trascendental de Husserl. Indica tan sólo que esta ciencia se ocupa de fenómenos reales, y procede de la experiencia,> (p. 25 nota 12). ; . Este mismo sentido tienen sus palabras, cuando babia de que :la fenomenología no puede· ser cartesiana, porque el discurso del método no puede poner en entredicho el Ser (cf.- ME. 174 ss.; me 98 ss.).. · No. hay -duda de que, si la filosofía se torna verdaderamente .fenomenológica; se e_n_rtqu_ece..Creo_ -que_· es. en_. este ·sentí __ do como .habría que interpretar los propósitos de E. Nícol de «retornar a los hechos», de «la marcha hacia lo concreto», camino olvidado– .por la filosofía _hasta épocas recientes; Bergson habría, sido un hito fundamental en tal r.etorno. E. Nícol escrib~ a~í comentando su fi195ofía:. «El mundo es demasiado rico y profundo ,para. ser exacto, y el. concepto matemático del mupdo es la. más pobre. de }at1, inexactitudes, Si· la filosofía .logra e;riinirsé del :afán de exactitud que se .Je· contagió de la ciencia, si no pretende ya ser ella- misma una ciencia, -la filosofía. estará. en el. camino de recuperar el sentido de la riqueza del mundo y del sabor de la vida; podrá hablar del mundo- si11¡ renunciar .a él, expresándolo (,OtllO lo expresa el artista, el cual· no renuncia a lo expresado, sino que tiene que gozarlo antes ele decir nada. Este ,camino nuevo de la filosofía será, el camino hácia lo concreto» (WI 103). . ,- Que las dos características. más importantes .de su nuevo método. fi1os6fico sean la dimensión fenomenológica y la dialéctica,· es patente si se tiene en cuenta que en CRS, al hablar del Disqurso del métod.o, quedan en segundo plano ótras caracterfsticas (como, histórico, hermenéutico) para hablar, sobre· todo, de Fenomenología (pp. 153-79) y Dia– léctica (,pp. 180-219).

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