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218 MANUEL GONZALEZ GARCIA peto hacia todas las opiniones filosóficas, aunque no las comparta. Con ello mantiene lo que denominaba la «comunidad de sentido», en la que tendrían acogida todas las opiniones, aun las más discrepantes. 2) Los últimos fundamentos de su filosofía, los metafísicos, son «evi– dencias primarias y comunes», y desde ellas se construye toda su filosofía, sin negar o corregir tales evidencias en ningún momento. Al igual que otros emigrados españoles a América en los años 1936- 1939, ha sido atraído, desde la lejanía, por algunos temas del pensamiento español como escritores del siglo XVI (Vives, Vitoria, Suárez), filósofos del siglo xx (D'Ors, Unamuno, Ortega), cuestiones variadas sobre la «esencia» de España 737. Su filosofía ha discurrido por los cauces de la filosofía tradicional. Y, dentro de ella, ha dedicado preferentemente su atención a los problemas del Ser y del conocer. Recordando la distinción que él mismo hace en su obra El problema de la filosofía hispánica entre «la petite histoire» y «la grande histoire», podemos decir que, dejando de lado «la petite histoire» de la filosofía (es decir, opiniones y sabiduría no científica, ideologías, sis– temas inventados, ideas sueltas), ha centrado su atención en «la grande histoire» de la filosofía, definida como amor de la sabiduría: «Consiste en el conocimiento metódico de las cosas como son», «en sí mismas y por sí mismas, sin intención de lucro o beneficio utilitario», con la meta de crear un bien o verdad común que deje de lado la opinión personal y la arbitrariedad 738. Le han preocupado los problemas planteados por el historicismo. Par– tiendo de ellos, ha elaborado una concepción filosófica propia en torno a la temporalidad del Ser, que, en el hombre, se convierte en historicidad. Sin miedo al historicismo, avanza, si cabe, más allá de sus planteamientos. La meta de E. Nícol será demostrar que la historicidad, rectamente enten– dida, no conduce al relativismo y al subjetivismo, sino a una nueva y más exacta comprensión del Ser y del hombre. · Su pensamiento al respecto, tal como ha aparecido en nuestra investi– gación, podría resumirse de la siguiente manera. 737 Fundamentalmente los trabajos sobre temas españoles se hallan en las obras VH y FH. Puede verse también J. L. Abellán, 'Filosofía y pensamiento: su función en .el exilio de 1939', en El exilio español de 1939. III. &vistas, Pensamiento, Educaci6n (Madrid 1976) 172-74; M. González García, '¿Existe una «filosofía española»? La opinión de un filósofo español actual: E. Nícol', en Cuadernos Salmantinos de Filosofía XI (1984) 617-27; Idem, .'La Escuela de Barcelona', en Naturaleza y Gracia 30 (1983) 257-62; Idem, ~Ortega desde su circunstancia (La interpretación de E. Nícol)', en Naturaleza y Gracia 30 (1983) 375-96. 738 Cf. M. González García, '¿Existe una «filosofía española» La opinión de un filósofo español actual: E. Nícol', en Cuadernos Salmantinos de Filosofia XI (1984) 618-22.

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