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EL HOMBRE Y LA HISTORIA EN EDUARDO NICOL 191 damento y su explicación en la realidad misma, que nos muestra una presencia de las cosas y una relación o función dinámica entre ellas además de la mutación o cambio que sufoe cada cosa. Esta actividad cognoscitiva del hombre nos muestra la dimensión ac– tiva, «poética» (E. Nícol recuerda las palabras griegas uoíJ~ 1tOLE-rtx6~) de nuestra razóq, en la cual aparece la 11elación lógica, ,que es ila coherencia interna del pensamiento consigo mismo, el elemento formal del pensa– miento 650. Pero la lógica nunca puede anteponer sus intereses a la relación· epis– temológica. La fundamental ha de ser siempre la razón de lo objetivo, que es «la adecuación del pensamiento con la realidad pensada» 651 • Pero, dado que el pensamiento es un discurrir, como acción que es, exige un control de sí misma para proceder 11ectamente 6 52 . Por eso, E. Nícol habla de esta lógica icomo «normativa», viendo en ella una continuidad de la lógica «natural». Aquélla, la lógica normativa, es una técnica auxiliar de la lógica natural, que ha existido siempre en la producción del lagos 653 . Teniendo en cuenta este origen de la lógica, se sigue: 1) Que la relación lógica es secundaria, auxiliar e instrumento de la relación epistemológica, que es la primaria relación. 2) Que la relación lógilca, en cuanto autocontrol, autovigilancia del pensamiento consigo mismo, no puede resolver ningún problema del ser o del conocimiento. 3) Que la relación lógica (prescindiendo ahora de la ese11cia lógica de todo lo gos) aparece en la historia en versiones sistemáticas formales di– versas y evolutivas. Tal es el caso de la lógica parmenideana y la nó-par– menideana o dialéctica. La diversidad de lógicas revela que ninguna de ellas, por sí misma, puede imponerse absolutamente. Su j4stifkación se encuentra en la realidad, siendo ésta la que domine a la lógica, que carece de valor epistemológico propio: «El lagos nunca se ha de imponer al ser; la lógica es una forma de pensarlo, y por tanto se ha de someter a él» 654 • 650 La relación lógica no se refiere, por tanto, exclusivamente a la ciencia· deno– minada «lógica». Sino que la relación lógica abarca todas las respuestas racionales (desde el mito a la física nuclear), aunque no todas esas respuestas co.vresponden a una razón crítica, científica. Sin embargo, todas las respuestas lógicas quieren responder a Ja misma cuestión inicial: «¿Qué es esto?, que es, una ,pregunta esencial, envuelve la cuestión del origen: ¿de dónde proviene esto, qué lo produjo?, y ésta es una pregunta causal» (PC 43). 651 PC 47. 652 PC 44, 47. 653 Para explicar la relación entre la lógica natural y la normativa, E. Nícol recurre al ejemplo de la gramática (lógica primaria del lenguaje). La gramática existe antes que los hombres la descubran y la establezcan como ciencia, con sus normas, leyes, etc. El discurso era ya inteligible antes· de la constitución formal de la gramática, Lo mismo sucede con la lógica: <~O es una pura invención o el descubrimiento de una nueva dimen– sión del logos; sino la aplicación de una ·dxv'l'J, o sistema regulador, a unas modalidades funcionales que el logos ya posee por naturaleza» (PC 48). 654 PC 50. Abundando en esta mism11 idea escribe a. continuación: «La legiti– midad de la lógica como ciencia formal independiente, no debe distraernos del hecho