BCCCAP00000000000000000001097
EL H{)MBRE Y LA HISTORIA EN EDUARDO NICOL 183 se va haciendo libre porque· puede hacerse, y en este poder consiste el ser libre» 622; «El hombre era libre antes de hacerse libre» 623 • Éste ser libre explicaría la évoludón histórica: Ya no se trata de la acumuilación que explota en un momento, cancelando todo el tiempo an– terior, sino de una continuidad temporal y una herencia humana, en que se transmiten los caracteres adquiridos 6 24 • A la causalidad histórica, libre y no determinista, es preciso recurrir para explicar los productos humanos como el arte, la .moralidad o la ciencia. · Ya anteriormente hemos mencionado la doble estructura vertical y horizontal, mediante la cuail E. Nícol interpretaba el desarrollo histórico. Pues bien, y retornando de nuevó a Marx, sobre la línea horizontal (que es seguida por la temporalidad histórica), habría que colocar la base del proceso histórico, es decir, )a econo11,1ía. Sus ca11,1bios estarí.an dirigidos por la dialéctica ,y por el fin en que acaba todo el proceso. Sobre esta base horizontal se articularía la línea vertical, la supersestructura, movida y determinada por la base: la economía. Según esta ex,plicación, la. con– tinuidad es sólo horizontal, mientras que los productos de la línea vertical no guardarían relación de continuidad entre sí (la continuidad es lo que hace presente la historia), sino que son sólo reflejo discontinuo de la base económica. La tempora,lidad se daría propiamente en la sola economía. E. Nícol se niega a aceptar esta explicación antihistóricista. del des– arrollo de los productos culturales humanos. Así se ·expresa antes. de ana– lizar el arte, la moralidad y la ciencia: «Es difícil admitir sin más que el arte y la ciencia, por ejemplo, no sean propiamente históricos, y no lo son si 1no tienen uri principio, una causa específica, una ley interna y autónoma ·de desarrollo. No es plausible que la complejidad del proceso histórico presehte tan sólo una línea de estructura horizontal, y sobre ella una sucesi6n de líneas verticales independientes -como en un peine---,., sin ilación horizontal entre unas y otras» 625, 622 PC 239. 263 PC 241. Porque el hombre es ontológicamente libre, puede conseguir la libertad política. Esta es contraria a la sumisión política, pero no lo es ni de lá libertad ontológica ni de la sumisión ontológica. 624 E. Nícol advierte que .el «salto a la libertad,> no es un momento dialéctico, sino ruptura. Ello estaría en contra del carácter dialéctico de su sistema, ya que «todo sistema dialéctico ha de implicar necesariamente la continuidad. Dicho de otra manera: un sistema ·teórico adquiere textura dialéctica cuando representa en forma adecuada un proceso real en que la · relación entre contrarios no es discreta, sino continua. Sin una mediación entre la tesis y la antítesis, la relación entre estos dos términos es la de incom– patibilidad (como se expresa en el prindpio de no contradicción). Por esto la 16gica de la no contradicción es una lógica estática (como la lógica del ser); fa dialéctica es diná– mica» (PC 243). 625 P 251.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz