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166 MANUEL GONZALEZ GARCIA El ser del hombre se hace en el hacerse mismo; se auto-desenvuelve. La forma común se actualiza en los modos de vida: pluralidad individual y situaciones históricas 556. 3.-Los términos de la acción E. Nícol trata de los términos de la acc1on en las dos ediciones de La idea del hombre. Teniendo en cuenta las pocas páginas que dedica al tema, es casi hasta reiterativo a la hora de señalar cuántos son los términos de la acción. Dice así en una de fas ocasiones: «Reconocemos que sólo es posible relacionarse con lo humano, lo divino y lo natural... es imposible relacionarse con nada más» 557. La aparición de estos tres términos en el ámbito histórico del hombre es fruto de una larga evolución, de un proceso de auto-conciencia, en el que aflora la individualidad humana o individuación. Inicialmente, sólo hay una experiencia única en la que están englobados todos los términos, porque el yo no ha alcanzado una «individualidad existencialmente defi– nida», aún no se ha constituido en centro de relaciones 558 • La individua– ción no se da en el hombre que pudiéramos llamar «primitivo», porque la individualidad ha sido «una de sus mayores conquistas históricas» 559 . Tal conquista se ha logrado en la medida en que el hombre, obrando sobre sí mismo (por lo tanto, en un proceso interiorizador ), se libera de todo aquello con lo que ha estado vinculado primitivamente, es decir, el no-yo: el mundo natural, la sociedad humana, los dioses. Con anterioridad a tal conquista o diferenciación no hay propiamente historia ni plena humanidad, sino pre-historia y potencia de humanidad sao. 556 Puede verse ih 40, 42-44, 55, 60-61, 83, 94 ss.; CRS 90-94. Una primera expo– sición de tocio lo que se dice en ih sobre este tema se encuentra en VH 272-79. 557 ih 29. Otras afirmaciones semejantes pueden verse en la misma obra en las pp. 17, 24, 113, 159, 289. 558 ih 113. E. Nícol distingue entre individualidad e individuación. Individualidad es una determinación ontológica de todo set que, por el simple hecho de afirmarse, incluye en tal hecho la afirmación o la negación del no-ser. Peto, al tratar del hombre, hemos de 1 tener en cuenta que su ser no está hecho, sino que se hace históricamente y, por ello, la individualidad humana o individuación no es un dato inicial invariable. Es un proceso en el que «el hombre va distinguiéndose progresivamente de todo aquello con lo cual ha estado primitivamente vinculado o confundido» (IH 83). Ello se consigue mediante «una modificación de sus vinculaciones» (ih 60), tal como expondremos en el texto. Cf. también IH 49, 113; ih 114, 159-60. Aunque E. Nícol no señala fechas concretas, la conciencia humana ha de hacer un largo recorrido para ser primero auto-conciencia y luego conciencia histórica. Para conseguir lo primero ha de diferenciarse dd no-yo, llegar al descubrimiento de su mis– midad. Para lo segundo, una experiencia más tardía, hay que interiorizar las versiones que del ser del hombre ofrece el pasado, «las versiones del ser que ha sido; ...las actuali– d11des imposibles en la actualidad, pero caftadas como humanamente posibles, y por consiguiente :propias. Con la apropiación, e yo queda dispuesto a comparecer ante sí mismo, y en esta culminación de la relatividad nacen las primeras ideas del hombre» (ih 27-28). 559 IH 49. 560 IH 99. Cf. también IH 83.