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EL HOMBRE Y LA HISTORIA EN EDUARDO NICOL 145 rirse estrictamente a todos los fenómenos, da origen a la idea de un orden, cuya explicación primera se haría mediante el mito 474. 3) La noción de necesidad. Se termina en ella viniendo de la causalidad por mediación de la regularidad. Si en la regularidad se recurría, como una posible interpretación, al mito, ahora se suprimen lo que pudiéramos denominar «falsas causas», ofrecidas por el mito, conyirtiendo la regularidad anteriormente señalada en necesidad, es decir, «regularidad constante, uniforme y predetermina– ble» 475 • Esto sería lo propio del nivel científico: «Asimilar el concepto de racionalidad al concepto de necesidad causal» 476. Entonces, a semejanza de lo que sucedía en el segundo momento, también ahora tenemos una interpretación de la causalidad, si bien vertida en una hipótesis científica: el determinismo, que no sólo se aplicó al mundo natural sino también, en algún momento, al mundo humano, concibiendo el ser del hombre como un ser natural imás. Sea cual sea su extensión (sólo al mundo natural o también al humano), el determinismo, en cuanto esta– blece estas equivalencias: racionalidad= causalidad= necesidad= predeterminación, es «una hipótesis de teoría: no es un principio de evidencia apodíctica» 477. El determinismo entró en crisis irreversible a causa del principio de indeterminación: «Es imposible determinar con prec1S1on, en ninguna escala de magni– tudes, y en ningún orden de realidades, la totalidad de ilos factores que contribuyen a la producción de un fenómeno, y el valor exacto de cada uno de ellos» 478. Esta crisis no alcanza a la causalidad en cuanto tal, sino a la idea de que los fenómenos son determinables con absoluta exactitud y de que la ciencia puede alcanzar la absoluta objetividad 479. 474 El mito es racional por un doble motivo: pol'que es obra del logos y porque intenta dar una explicación de los fenómenos mediante una razón causal. Otra cosa es que el mito resuelva tal cuestión acudiendo a «una genealogía que es una teogonía; es decir, con un repertorio de causas originarias que están dramatizadas, pol!gue son naturales y divinas a la vez» (PC 100}. 475 PC 99. 476 PC 100. 478 PC 179. Cf. también 116 ss., donde se hace un análisis de las explicaciones científicas de Newton a Einstein y Heisenberg, atendiendo tanto a los aspectos episte- mológicos como ontológicos de las aportaciones de los científicos. . 479 Para la exactitud, d. PC 175-79 y para la objetividad, 179-85. E. Nícol pro– pugna una objetividad restringida para la ciencia, que con,sistiría en lo siguiente: a) On– tológicamente, «la condición de posibilidad de un conocimiento objetivo en general, se cumple cuando se efectúa la distinción real entre el ser del objeto y el ser del sujeto» (PC 181); b) Epistemológicamente, «la objetividad consiste en la evidencia con que el objeto aparece en la relación dialógica entre dos sujetos que Jo mencionan como realidad común, y por tanto como transubjetiva» (PC 181-82); c) Eticamente, «la objetividad es la sumisión del entendimiento ante el ser-> (PC 183).

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