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EL HOMBRE Y LA HISTORIA EN EDUARDO NICOL 139 El hombre está como forma de ser en el universo. El puesto en el universo es de– terminado, como lugar espacial, en términos matemáticos, por un procedimiento válido para cualquier existente. - El hombre crea, como forma de ser, el mundo. - El hombre ocupa un puesto con– creto, no uniforme, cualitativo, determinado por su situación vital 448. De todas estas diferencias entre el universo y el mundo, quizá la más interesante sea la del puesto del hombre en el mundo, porque enlaza la ontología con la topología. Estas son las palabras de E. Nicol: «El puesto del hombre en el mundo puede fijarse espacialmente en la concreción del aquí. Pero su aquí envuelve un ahora, y depende de lo que él hace, es decir, del mundo mismo que él edifica para sí y para los suyos. La diferencia en el modo de "estar en" revela, pues, la dife– rencia en la forma de ser entre los entes que son y los entes que son lo que hacen. La onto-logía del hombre se esclarece por la topo-logía. El topos es el lugar de la praxis; la praxis es el ser en acto, y la acción entraña el tiempo» 449, El mundo es concebido por E. Nicol como un gran ámbito común en el que cada hombre lleva permanentemente consigo su centro móvil de referencia espacial y temporal (su aquí y su ahora). Tal centro es relativo y recíproco a los centros móviles de los otros hombres. Y así surge una malla con un número indefinido de centros, que, por su coordinación y correlatividad, constituyen un mundo. La mundanidad tiene, de esta manera, como base el examen psicológico de la situación vital para enlazar, a través de ella, con la ontología 450. E. Nícol establece un paralelismo entre la relación del hombre y lo que él produce, por un lado, y, por otro, entre el ámbito mundano y la naturaleza. El mundo implica, en primer lugar, un factor físico, que es lo dado. Es la tierra con sus límites, que no se identifica necesariamente con las fronteras políticas o geográficas (las fronteras revelarían la pluralidad in– herente a la mundanidad). De la misma manera que el factor biológico en el hombre, el físico es, para el mundo, su limitación y, al mismo tiempo, aquello de que se dispone. Con el factor físico, el hombre encuentra su posición en el mundo y, por tanto, en el universo. También la praxis -es decir, el hombre y su acción en el mundo-, tiende a ser sobrenatural o meta– física, sin prescrindir del factor físico. La tierra, mientras vivimos, es un 448 Cf. RF 125-27; CRS 89-90; PTP 41. 449 RF 127. 450 RF 127-28; CRS 90.
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