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EL HOMBRE Y LA HISTORIA EN EDUARDO NICOL 127 ya ha. sido actualizada y que se transmite como herencia acumulada a la realidad humana original. Tal es el caso de la racionalidad 397. Desde su actualidad, la definición del hombre 'ha de tener en cuenta necesariamente la historia. Porque, en contraposición al nivel anterior, ahora no se puede prescindir ni del pasado histórico, ni de la situación vital, ni de la forma de vida. Hablando estrictamente, más que de definición habría que hacerlo de historia del hombre, en la cual las sucesivas ideas del hombre manifestarían las ·actualizaciones conquistadas 398, · Sobre una definición histórica concreta del hombre podemos preguntar– nos ,acerca de su valor, precisamente por ser histórica. E. Nícol soluciona esta cuestión con las siguientes indicaciones: 1) En todas fas definiciones históricas sucesivas hay una. !;,ase común: la. constitución del hombre como potencia de ser., La historia sólo muestra la potencia actualizada. La idC;!a que existe en cada momento es histórica y verdadera al reflejar la situación vital del hombre. ·«Por necesidad ontológica, no puede haber una idea del hombre.• La pluralidad de estas ideas no es como la pluralidad de los intentos que realiza el pensamiento para llegar a la verdad sobre las cosas. La única idea del hombre que aspire a ser verdadera, y no sólo iniciativa, sería aquélla que explicase la producción variada de ideas del hombre» 399. 2) La verdad de cada definición del hombre tiene un valor expresivo y temporal, pues en cada época histórica hay una realidad humana diferente y con la verdad histórica· se expresa la adecuación con la realidad. 3) La verdad que expresa la definición del hombre es firme y estable en icada caso, porque se trata de una verdadera realidad qntológica,. y «la idea del hombre como ser potencial es el fundamento permanente ·de todas las ideas históricas del hombre, actuales o posibles» 400, 3.--La evolución de las formas históricas en el tiempo El planteamiento de esta evolución y su conocimiento es lo mismo que preguntarnos por el futuro histórico. 397 Cf. IH 35; VH 316-17. E. Nícol habla de «memoria ontológica» a propósito de la acumulación, integración y transformación que lleva a cabo el hombre en su ·acción temporal (ME 300-1). · • •· • · · 398 La actualidad de la potencia. manifiesta efectivamente la posibilidades que te~ía el ente histórico. Las posibilidades son algo; no, nada. Aunque la realidad de la posi- bilidad no pueda ser determinable a priori (d. IH 34-}6). · 399 ih 57. 400 IH ¾. Cf. también IH 32; ih 57;. CRS 106-10; ME 299-300. En VH 293 escribe: «Cada una de las ideas· del· hombre ha expresado con fidelidad una realidad histórica, una situación óntica determinada; ninguna de ellas lograba apresar el ser íntegro del hombre, pues la estructura permanente de su ser se manifiesta tan sólo en la secuencia de sus diversas formas de existencia, y es lo que da unidad a estas diversas fornias. Para ser adecuada, una idea del hombre... ha de aspirar a hacerse compatible con todas ellas, mostrando que el hombre es precisamente un ente productor de ideas de sí inismo, y tiene que serlo, puesto que el suyo es un ser histórico».
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