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126 MANUEL GONZALEZ GARCIA 1.-El relativismo historicista y su superación Dada la constitución acto-potencia del hombre y la concreción de su vida en unas relaciones vitales con lo que no es él y consigo mismo, parece que estaríamos abocados al relativismo. Máxime cuando las formas de vida son colectivas y las instituciones sociales (religión, arte, derecho, estado, filo– sofía, etc.), tienen una vigencia limitada y cambiante. Este peligro es conju– rado a través de la afirmación de varios absolutos que, en terminología de E. Nícol, son lo mismo que «acto» 394. Así: a) El primer absoluto lo constituye la naturaleza (el cuerpo) en la constitución óntica del hombre. b) Otro absoluto es todo cuanto el hombre ha actualizado en su vida espiritual. c) Un tercer absoluto es la misma relación vital. En un doble sentido: - Vital: No podrá suprimirse la efectividad (sea la que sea) de una relación o situación vital habida entre dos términos. - Metafísica: La relación vital expresa un acto de la potencia humana. Estos absolutos condicionan el futuro de la vida de cada hombre, aunque no tienen la misma uniformidad en todos los hombres, sino que son absolutos diversos e históricos. Porque, al margen de la constitución ontológica común, no todos poseen el mismo cueq,o ni han llevado a cabo idénticas actualiza– ciones espirituales o han estado en las mismas relaciones vitales 395 • 2.-La definición histórica del hombre y la verdad de tal definición. La tarea de definir al hombre podemos emprenderla desde dos puntos de vista: - a) General: válido para todos los hombres. b) Actual: que recoge la realidad presente de cada hombre. Desde la generalidad lógica formal, el hombre es definido simplemente como «ente compuesto de potencia y acto». En esta noción se prescinde de la historia, ya que «tiene que ser aplicable a todo hombre, cualesquiera que hayan sido su pasado histórico, su situación vital y la forma de su vida» 396 • Consiguientemente, de los dos elementos que entran en la composición del ente, potencia y acto sólo este último (la actualidad), puede ser definida. La potencia no puede ser definida, pues equivaldría a su propia destrucción, al ser privada de futuro y de_ libertad. Sin embargo, hay alguna potencia que 394 ~Llamo absoluto, respecto de la eidstencia y de la experiencia humana, a todo lo que es acto» (IH 33). 395 VH 33-34. 396 1H 35.