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EL HOMBRE Y LA HISTORIA EN EDUARDO NICOL 119 del 1hombre, que integra de alguna manera el futuro (el irse haciendo, el poder hacerse a sí mismo). Así, en esta experiencia, el hombre es: 1) Ser: un presente con conciencia de que no es completo. 2) Poder ser: porque no está formado definitivamente; tiene un futuro. Esta tensión (una dualidad fundamental) da origen a otra experiencia: querer ser, en la que se manifiesta la intencionalidad, una tensión emocional e intelectual por alcanzar lo que no se tiene. Y es en el querer ser donde aparece la experiencia de la unidad. Por eso, en la modalidad existencial del hombre (la dualidad ser-poder ser) está implicada la unidad ( querer ser). Terminado este análisis, «tiene que ser posible, entonces, una teoría metafísica que explique el ser del hombre sobre la base de la unidad dual» 367. Este es el próximo paso. La explicación metafísica propuesta por E. Nícol a tal experiencia psico– lógica se basa en la aplicación a la misma de los conceptos de potencia y acto, ya que sólo la concepción del ser potencial del hombre explica el problema del ser en el tiempo 368: 1) El hombre es acto, ser. a) En primer lugar, es «acto» la vida natural, biológica, la del cuerpo. Pero, afirmar que la vida del cuerpo sea acto no significa actualidad plena desde el primer momento de su existencia. El cuerpo evoluciona y se des– arrolla biológicamente. Pero los momentos de su evolución progresan en virtud del principio de la necesidad, de la determinación. Por esto, el cuerpo en sí no tiene un futuro, ni historia. La vida biológica, el cuerpo, desde el comienzo de su existencia, antes de que se desarrolle, se encuentra deter– minada por los genes, que estructuran el cuerpo adaptándolo a determinadas funciones. En los genes se encuentra la razón de la coherencia, unidad y armo– nía del cuerpo humano. Este ser vivo, estructura funcional, se encuentra sometido a determinadas leyes, que son objeto de estudio por parte de la biología. A esta estructura funcional, E. Nícol la denomina «naturaleza». Y esta naturaleza existe antes de que podamos hablar propiamente de tem– poralidad e historicidad. En esta naturaleza podemos distinguir un acto (su desarrollo actual) y una potencia (entendida como «capacidad de desarrollo»). Si bien los genes transmiten caracteres hereditarios, tales caracteres necesitan un desarrollo o función que tiene lugar a partir de una estructura o acto. recería la parte temporal (el cuerpo) y permanecería la intemporal. Platón fue quien estableció el dualismo metafísico del ser humano .. Aristóteles habla también de dualismo, pero de otra manera. El cuerpo es la potencia de la vida y el acto de tal potencia es el alma. Por encima de potencia y acto, hay otra alma, fuera del tiempo, y que no es acto de potencia alguna natural (Cf. IH 28-29; V1H 25-27). 367 1H 30. 368 E. Nicol propone un nuevo empleo de los términos acto y• potencia, distinto del que hizo Aristóteles; «Aristóteles define al hombre como un ser viviente dotado de alma .racional, y al alma la define como la entelequia o el acto de un cuerpo natural que tiene la vida en potencia. El nuevo empleo de los términos conduciría a sostener, de un modo diferente, que el hombre es un ente que tiene la vida natural en acto, y la vida espiritual en potencia. Lo dado en él es el acto vital del cuerpo y la .potencia de actuar espiritualmente» (IH 31).

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