BCCCAP00000000000000000001097

MANUEL GoNZALEZ GARCIA cimiento de que las cuestiones planteadas por y en la especulación griega han estado siempre presentes en la filosofía, habiendo llegado a nosotros trans– formadas, cambiadas, continuamente interpeladas, con unas preguntas que necesitan la novedad de una respuesta actual. Es, asimismo, sugerente que E. Nícol sea el más importate defensor de la existi::ncia de una «Escuela de Barcelona», con una tradición filosófica propia, !legún recogemos en las páginas dedicadas a «La Escuela de Barce– lona», necesarias pará conocer la circunstancia vital de E. Nícol. También es otra razón la coherencia y continuidad del pensamiento que ofrece E. Nícol. Pocos filósofos españoles actuales podrán igualarla en este punto. El ha sabido mantenerse fiel a sus intuiciones filosóficas a lo largo de los años, tal como demostraremos analizando sus obras y recogiendo sus propias palabras. 2. BIOGRAFIA Eduardo Nícol nació en Barcelona en 1907 2. Cursó sus primeros estu– dios en las «Ecoles Catalanes» de la plaza del Padró, dirigidas por Lluis Torres. A partir de 1928 comienza sus estudios superiores en la Universidad de Bar– celona, siendo alumno de Serra Hunter, Joaquín Xirau, Tomás Carreras Artau, Pedro Font y Pui.g, y condiscípulo de Amalia Tineo y Juan Roura. En la Universidad de Madrid asistió a las lecciones de Ortega y Gasset, Zubiri, García Morente y Julián Bestciro, preparándose, en esta misma Uni– versidad, para las oposiciones. a cátedra. En 1933 es nombrado catedrático y director del «Instituto Salmerón» dé Barcelona. Y, en 1934, es encargado de la cátedra de la Facultad de Filo– sofía y Letras de Barcelona y miembro del «Seminario de Psicología y Pedago– gía». También en 1934 es becario de la Universidad Internacional de San– tander. En 1938 es nombrado secretario de la «Fundación Bernat Metge». 2 Los datos biográficos de E. Nícol han sido entresacados de los siguientes autores y obras: J. L. Abellán, Filosofia española en América (1936~1966) (Madrid 1967} 80; M. An– dújar, El exilio español de 1939. III: Revistas, Pensamiento, Educación (Madrid 1976} 23, 30, 66; F. Alvarez Palacios, Novela y cultura española de postguerra (Madrid 1975) 323-23; J. Ferrater Mora, Diccionario de filosofía 1 (Madrid, 5ª ed. en «ATumza Diccionarios>, 1984) 2.352; A. Guy, Los filósofos españoles de ayer y de hoy (Buenos Aires 1966) 303-4: Idem, Historia de la filosofía española (Barcelona 1985) 354-56; A. L6pez Quintás, J:ilosofía e~pañola C'}ntemporánea (Madrid 1970) 45;2; S. Sarti, Panorama ~ella filos_o/ia zspanoamertcana (Milano 1976) 511-12; J.. C. Torchia Estrada, 'Eduardo N1col y la idea del hombre', en Cursos y conferencias (Buenos Aires 1953) 365-73. Tien-en menor impor– tancia aunque también aportan algunos datos, las obras de los siguientes autores que citam~ en la bibliografía: E. Díaz, F. Larroyo, R. Maliandi, A, Muñoz Alonso, C. Sáenz de la Calzada, G. Vargas Lozano, L. Zea. También hay datos repartidos en algunas de las obras del propio E. Nicol, como La idea del hombre (México 1946) 10-11; El problema de la filosofia his¡,Anica (Madrid 1961) 179-205; La vocación humana (México 1953) 46, 63, 166, 195; 'The retum to Metaphysics', en Philosophy and Phenomenological Researcb 22 (1961) 26; etc.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz