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EL HOMBRE Y LA HISTORIA EN EDUARDO NICOL H5 La conexión entre Psicología de las Situaciones Vitales y La idea del hd;mbre está en que el método situacional, propio de la primera de estas obras, ,estudia al hombre en su .actualidad, quedando pendiente el análisis de las mutaciónes históricas, propósito de la segunda obra 3 47 • Por eso, se relacionan y completan ambos escritos 348. Conectando con las ideas y soluciones de Psicología de las Situaciones Vitales, las preguntas que están en el origen de La idea del hombre serían éstas: «¿Cómo se explica que varíen las condiciones históricas situacionales? Un hombre individual se encuentra ya existiendo en una determinada situación, la cual influye sin duda en su modo de existencia, sin que él haya podido intervenir para nada en la formación de sus caracteres peculiares. Sin embargo, estos caracteres son obra humana también; entonces·, ¿cómo se explica que puedan evolucionar, si no varía su propio autor? ... Si nos atenemos nada más a la ihfluencia que recibimos, ¿cómo podremos aclarar que esta influencia sea realmente histórica, o sea, que evolucionen los factores que la constituyen? Si estos factores son obra nuestra, ¿cómo se explica que cambien, si no cambia en su ser mismo el autor que los produce?» 349_ · La respuesta ·de La idea del hombre, tanto en su primera edición como en la reedición, es que el hombre es ser histórico, resaltando más la palabra ser que el adjetivo histórico 350. Se trata, pues, de una explicación filosófica de la condición humana, que enlaza con las doctrinas históricistas para superarlas. Por eso, la primera pregunta a la que se responde es en qué consista el «tiempo humano». Por los ·caminos ·de la · temporalidad se llega a una noción del hombre como unidad compuesta de acto y potencia, términos filosóficos tradicionales que E. Nícol renueva en su contenido, definiendo como acto la vida biológica y. las· potencias espirituales actualizadas, y como potencia la vida espiritual. Potencia y acto aparecen en el examen de las tensiones interiores del hombre de 1946 se desarrollan m6s ampliamente en la de 1977, como el tema de los factores de la acción. Sobre estas obras y su conexión escribió E. Nicol así: «A ·pesar de la renovación, quien pueda cotejar las dos versiones reconocerá desde luego en la segunda él mismo esquema de teoría, que el tiempo no obligó a modificar, y el orden de los hechos en que esa teoría se apoya, y que es inalterable. Pero, en la primera versión, los conceptos filosóficos permanecían muy adheridos a los datos históricos, y tal vez por esta trabazón tan. ceñida pudo considerarse que la obra era básicamente una investi– gación monográfica sobre la idea del hombre en Grecia. Al extenderse el campo de la investigación, quedan mejor definidos el plano filosófico y el historiográfico, y la promi– nencia del, primero ya no podrá pasar inad~ertida» (ih 7). Otras advertencias ,sobre La idea del hombre en HE 18-22; ME 10-11; 'Los con– ceptos de espacio y tiempo en la filosofía griega', en Diánoia (1955) 138-40; CRS 110-16. 347 ih 16. 348 Escribe E. Nícol .en IH: «El libro viene a ser exactamente el complemento, en forma doctrinal e histórica, del bosquejo de la antropología filosófica que tiene mi Psicologia de las Situaciones Vitcdes» (p. 10). 349 'Los conceptos de espacio y tiempo en la filosofía griega', en Diánoia (1955) 139. 350 Cf. HE 18-21; CRS 104; ME 10; 'Los conceptos de espacio y tiempo en la filosofía griega', en Diánoia (1955) 139-40.
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