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ótros moralistas pertenecientes ya plenamente al siglo XVII, como Bonacina (1585-1631 ), Laymann, S.I. 0574-1635), Villalo– bos, O.F.M. (m. 1637), Juan Ponce, O.F.M. (1603-1672), Leandro, O.SS.T. 0591-1663), Marchant (1585-1648) y Mastrio, O.F.M. Conv. ( 1601-1673 ), pasan por alto el problema del pecado co– metido en días de fiesta, y se contentan con afirmar que el pre– cepto del descanso dominical manda solamente abstenerse de las obras servil.es externas o corporales (99). Los Salmanticenses ( 100 ), a caballo entre los siglos XVII y XVIII, tratan todavía largamente sobre la cuestión que lleva– mos entre manos ( 101 ), y la solucionan de modo negativo, es decir, concluyendo que el pecado cometido en día de fiesta no quebranta el precepto dominical. Para demostrarlo auducen los argumentos que ya conocemos, particularmente los expuestos por Suárez (102). Por lo demás, la sentencia negativa es hoy más probable y más común, y, por lo tanto, no es necesario de– clarar en la confesión la circunstancia del día de fiesta 003 ). San Alfonso M. de Ligorio (1696-1787 ), benemérito, por tan– tos títulos, de la moral católica, no presta casi ningún interés a nuestra cuestión. El santo Doctor recuerda· la doctrina ense– ñada por algunos antiguos, pero se adhiere sin vacilar a la sen– tencia de los modernos, que él califica de probabilior et longe communior 004). Los teólogos posteriores siguen comúnmente la trayectoria marcada por san Alfonso y adoptan, en relación con nuestra cuestión, una postura muy semejante. El problema del pecado cometido en día de fiesta está ya plenamente superado, tanto es así que los autores de los modernos manuales de moral lo han abandonado casi completamente. En conclusión, la nueva doctrina, convertida ya en doctrina común, enseña que el pecado no es propiamente obra servil y, por lo mismo, que no quebranta el precepto de abstenerse de las (99) Como acabamos de ver, los moralistas van abandonando la cuestión del pecado - obra servil; sin embargo, todavla continuarán tratando con detención el problema de si el pecado profana el tiempo sagradio o el precepto dominical en general o el fin del precepto. (100) El autor del volumen que contiene el tratado sobre los mandamientos del de– cálogo, es SEBASTIAN DE S.JOAQUIN, O.C.D. (m. 1714). Sobre el tiempo de composición del Cursus theohogiae moralis (1665-1724) y sobre los autores que en él colaboraron, puede consultarse DEMAN TH., Salamanque (Théologiens de), en Dictionnaire de théologie ca– tholique, t.XIV, pars I, col.1030s. 001) SALMANTICENSES, Cursus theologie moralis, t.V, Venetiis 1728, tr.23, cap.l, punct.11, n.223-233, p.308ss. 002) Ibídem, n.225s, p.308s. (103) Ibidem, n.225, p.308: « Probabilior tamen et !am communior sententla est peo– catum commissum in die festi non violse tantae solemnltatis .observantiam, ac proinde non esse circumstantiam quae explicari confess!one debeat ». (104) S.ALPHONSUS, Theologta mora is, t.I, lib.3, tr.3, cap.l, n.273, p,552. 53

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