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San Antonino, O.P. ( 1389-1459 ), sigue, en su exposición, las huellas del Angélico, a quien completa y aclara en la cues– tión de las dos malicias contraídas por el pecado cometido en días de fiesta. Ante todo, el pecado es obra servil, y lo es por aquella sentencia del Divino Maestro, que dice: qui facit peccar tum, servus est peccati. En esto san Antonino no se distingue de los SS.Padres. Pero no termina aquí el santo arzobispo de Florencia. Efectivament~, el pecado es obra servil y quien lo cornete en día de fiesta se hace reo de dos malicias específica– mente diversas. Con esto san Antonino completa y aclara la . exposición del Angélico y de los SS.Padres. Pero ahora cabe preguntar: ¿la malicia que adquiere el pecado cometido en día de fiesta se debe efectivamente a que el pecado es obra servil, es decir, a que el pecado quebranta el precepto de abstenerse de las obras serviles? La exposición del santo arzobispo de Florencia nos brinda una nota que conviene destacar, y que consiste en que la fornicación o el hurto y todos los demás pecados mortales perpetrados en día de :fiesta ad– quieren una nueva malicia por razón de la circunstancia, del tiempo sagrado (63). Si el santo arzobispo de Flore.ncia hubiera fijado el origen de la nueva malicia en esta circunstancia, precisamente en cuanto se distingue de la parte positiva y negativa del precepto de santificar las fiestas, nos encontraríamos ante una nueva solución al problema del pecado cometido en los días de fiesta. En efecto, el pecado contraería una nueva malicia no por opo– nerse al precepto que manda sa,ntificar las :fiestas, ni tampoco por ir contra el precepto negativo que prohibe las obras serviles, sino más bien por profanar el tiempo sagrado ( 64). Del mismo parecer sería también Nicolás Tedeschi, O.S.B. ( 1389-1466 ), a quien se conoce generalmente con los nombres de Abbas y Panormitanus. Efectivamente, el pecado cont;raería una nueva malicia por razón de la reverencia debida al día de fiesta ( 65). (63) S.ANTONINUS, Summa theologica in quatuor partes distributa, Veronae 1750, pars II, tit.9, cap.7, n.2s; oo!.978s. (64) Fijándonos en su contexto se nos antoja dificil que sea ésta la mente del santo arzobispo de Florencia; oreemos más bien que el pecado se opone al precepto del descanso o abstención de las obras serviles. (65) TEDESCHI N., Commentaria tn qutnque libros Decretcuium, Venetiis 1571, t.II , De fertts, cap.1, n.3, fol.174v: « His diebus abstinendum ab omni illicito opere... Et dicitur tale opus illicitum, non quia in se non sit licitum, sed respectu ~i~i, quia tune ista non 1icent. Ve! dicitur !llicltum causattve, quia potest esse causa illlc1ti cum inter contrahentes vel quasi, seu litigantes... Secundo, princtpalite~ po,test intelligi prout tacet, et tune supplendum esset: maztme. Nam omni tempore cessandum est a malo, oed praeserttm istQ tempore propter venerationem diei ». 43

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