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y de toda obra carnal, aun de las propias mujeres, y de toda obra terrena, pues del día dedicado al culto divino dice la sa– grada Escritura (Ex 31,14 ;32,2; Lev 23,30): « toda persona que en él trabajare servilmente, es decir, hiciere obra de pecado, será muerta» (35). De cuanto llevamos dicho creemos se puede concluir que, se– gún el pensamiento de los SS.Padres, el pecado es obra servil pro– hibida en los días de fiesta. Y ateniéndonos a las expresiones usadas por estos mismos Padres, nos inclinamos a creer que semejante prohibición tiene su origen en el derecho divino más bien que en el derecho eclesiástico. En los escritos de los SS.Padres sometidos a estudio no hemos encontrado ningún pasaje que nos fuerce a concluir que quien comete un pecado mortal en día de fiesta contraiga dos malicias graves específicamente diversas. Tampoco noso– tros nos atrevemos a concluir en firme acerca del pensamiento de los SS.Padres sobre esta cuestión. Lo que sí nos atrevemos a afirmar es que, siendo grave el precepto de abstenerse de las obras serviles, lógicamente se sigue que el pecado cometido en día de fiesta 'reviste dos malicias de carácter grave. Más adelante tendremos ocasión de tocar este mismo punto, y entonces podremos indicar nuestro humilde parecer acerca del pensamiento de los SS.Padres sobre el pecado come– tido en días de fiesta. II. - MENTALIDAD DE LOS TEOLOGOS DEL SIGLO XIII AL XVI. Con estos precedentes llegamos ante los umbrales del siglo XIII dispuestos a entrar en el estudio de los grandes Doctores del medievo. Y ¿qué actitud adoptarán los grandes maestros de la Escolástica frente a esta concepción alegórica y espiritual del descanso festivo? Las enseñanzas de estos grandes maest1cos nos interesan de modo especial, y esto no sólo per tratarse de los grandes docto– res de la Escolástica, sino, más en particular, porque su doctri– na constituye, a nuestro parecer, la interpretación más esplén– dida y acertada del pensamiento de los SS.Padres. (35) CONCILIUM FORUMIULIENSE, cap.13. en Monumemta Germaniae historica, sect.3, t.2, p.l, p.194: « Diem autem dominicum... cum omni reverentia et honorifica religione venerari omnibus mandamus christianis, abstinere primum omnium ab omnt peccato et ab omni opere carnali, etiam a propriis coniugibus et ab omni opere ter– reno, et nihil aliud vacare nisi ad orationem... Ipsum est enim sabbatum Domino dedi– catum de quo Scriptura dicit: Qui fecerit in eo opus servile, id est peccati, marte moriatur ». 32