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Unicamente por razón de método, en este estudio entende– mos por obra servil todo acto o ejercicio de la actividad humana prohibido en días de fiesta por derecho divino o eclesiástico con miras a la dedicación de esos días al culto divino. Teniendo siempre presente esta noci.ón amplia y genérica, nos proponemos estudiar y dar a conocer las relaciones exis– tentes entre pecado y obra servil a través de la historia. Y, consecuentemente, comenzamos ya por preguntarnos: ¿El pe– cado es obra servil?, es decir, ¿realiza el pecado esta noción genérica de obra servil? El planteamiento de esta cuestión choca ciertamente a nues– tra mentalidad, que no acierta a comprender cómo ha podido clasificarse el pecado entre las obras servHes. Pero no sucedió siempre así. I. - MENTALIDAD PREDOMINANTE ENTRE LOS SANTOS PADRES. El origen de este curioso problema se encuentra práctica– mente en el Evangelio de san Juan, que afirma categóricamente que quien comete el pecado es siervo del pecado ( I o 8,,34 ). De este pasaje evangélico en unión con aquel otro del Antiguo Tes– tamento que prohibe en día de sábado toda obra servil (Lev. 23,7.8.25), deducen los SS.Padres y teólogos que el pecado es obra servil prohibida en los días de fiesta. Por lo demás, el con. cepto de pecado-obra servil es común a los Padres tanto griegos como latinos. No es nuestro intento en este estudio hacer una exposición exhaustiva del pensamiento de los SS.Padres; sólo queremos demonstrar que este concepto espiritual y alegórico del descanso es muy frecuente entre los SS'.Padres así griegos como latinos y, consiguientemente, que la mentalidad de los teólogos del si– glo XIII al XVI encuentra un apoyo firme en los escritos de los SS.Padres. Para que el lector adquiera una idea de este concepto ale– górico y espiritual del descanso, vamos a exponer, siquiera bre– vemente, el pensamiento de algunos de ellos. 21