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"vuestra hora y el poder de las tinieblas", inciso último que es específico de Lucas que habla de la pasión como de obra satánica. ¿Son las tinieblas de la Cruz de nuevo las tinieblas del poder sa– tánico que de momento parecen victoriosas? Opinamos, más bien, que no... , y nos place realizar un paralelismo con Hech 2,20, donde se cita ampliamente a Joel 3,1-5. Se habla de "prodigios" y "se– ñales" y de "sangre, fuego y vapor de humo". Pedro afirma que este oráculo se ha cumplido en Pentecostés, cuando el relato de Hechos no ha hablado sino de un viento huracanado y de unas lenguas como de fuego (Hech 2,2-3). A nuestro parecer, esto nos da un criterio correspondiente, para entrar en el estilo de interpre– tación de las tinieblas de la Cruz. En la descripción de las escenas camino de la Cruz y de la muerte del Señor, Lucas tiene una determinada intención redac– cional, manifestada en el material propio (Jesús y las mujeres que le siguen, el ladrón arrepentido) y en las omisiones (Dios mio, Dios mío ¿por qué me has abandonado?). Jesús muere confiándose al Padre, como Hijo, y es lamentado "como hijo único", no sólo por las mujeres, sino por todas las turbas. En esta relación contextual hay que interpretar el sentido esca– tológico y cristológico de estas tinieblas en Lucas, tinieblas que son "cumplimiento de las E:scrituras" y singularmente de Am 8,9. 76