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geliorum veritate (21/IV/1964), donde se exponen ulteriores princi– pios de interpretación que luego pasan a la Dei Verbum (1965). En estos últimos documentos se afronta de modo directo el tema del origen de los evangelios. No nacen repentinamente, sino que son la desembocadura de un proceso orgánico y constitucional: Cristo, el kerigma apostólico, los evangelistas, los cuales son ver– daderos "redactores". En una interpretación integral del texto el exegeta debe, en lo posible, rehacer el proceso que ha seguido el texto. Se recogen, por tanto, las aspiraciones que habían brotado en el siglo pasado, pero decantadas y purificadas por la prueba de los años. El nombre de Redaktionsgeschichte como método complementa– rio al de la Formgeschichte se suele unir al exegeta Willi Marxsen, quien, en 1956, publica Der Evangelist Markus. Studien zur Re– daktionsgeschichte des Evangeliums. Pero los exegetas observan: "La investigación más reciente de la Redaktionsgeschichte se apo– ya sobre todo en el método de trabajo de Lohmeyer [1890-1946]" 93 • Desde hace algunos años se habla también de la Wirkungsgeschichte de un texto, es decir de la operatividad del texto, de la fuerza que ha desencadenado la exégesis de ese texto. La historia que vamos trazando pertenece a la Wirkungsgeschichte del pasaje de las ti– nieblas. En las páginas que siguen se continúa la historia de la exége– sis teniendo en cuenta las nuevas perspectivas, si bien no se puede pedir a los exegetas que en cada versículo nos estén dando las perspect.ivas redaccionales de tal evangelista, lo cual sería un método artificioso. 2. Persistencia de una exégesis de las tinieblas contando con la realidad física de las mismas La exégesis de las tinieblas sobre el supuesto de que hay un hecho milagroso en la base es una exégesis que se mantiene hasta hoy. En la década de los años 20 se publica el comentario de la co– lección Verbum salutis. En este sentido opinan Durand para Ma– teo (1924), Huby para Marcos (1924), Valensin para Lucas (1927). Lo mismo encontraremos en los años sucesivos en la Biblia de Pirot-Clamer: Pirot para Marcos (1934), Buzy para Mateo (1946), Marchal para Lucas (1946). 93 W. Schmaus, Lohmeyer Ernst, en RGG 4 (1960) 441. 60
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