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COLECTIVO «ERESBIL» (ARCHIVO DE COMPOSITORES VASCOS) -JOSE LUIS ANSORENA (DIRECTOR) ran «Villancicos ... », «Letras ... », etc., eran unos folletos que se imprimían, sin música, re– partiéndose en bandejas entre los asistentes, y distribuyéndose también entre los organistas y/o maestros de capilla, de manera que existie– ra un fondo textual común, cuya ortodoxia es– tuviera garantizada, el cual se utilizaba como catequesis pública con la ayuda de su pegadiza música, compuesta para cada ocasión y lugar por el músico local. Dado su destino contingen– te, y su nivel literario popularizante, estos folle– tos han desaparecido en su mayoría, pero no cabe ninguna duda de que, de conservarse, ve– ríamos que el número de piezas cantadas en euskera era superior a la proporción que hoy tenemos. Debe tomarse en consideración lapo– sibilidad de que no es que no se compusiera para textos en vasco, sino que haya sido el paso del tiempo quien haya hecho desaparecer esas obras. Con respecto a este tema poseemos dos noticias que al menos en un principio implican orientaciones diferentes. Así, por un lado las Constituciones Sinodales del Obispado de Ca– lahorra de 1698 insisten, en todos los párrafos dedicados al tema de la enseñanza de la doctri– na cristiana, en que «en la tierra Vazcongada, sea en Vazquence, y no en Latin, ni en Romance; porque no la entienden, ni es de provecho ... » (12) Puesto que el fin didáctico de los Villan– cicos que mencionábamos más arriba es obvio, fácil es deducir de aquí que, lo que se recomen– daba para «hazer los Cathecismos», se aplicara también a los Villancicos. Como dato curioso, podemos decir que el uso de diferentes idiomas era moneda tan común en estas piezas extrali– túrgicas, que hasta en catalán tenemos docu– mentada una: se trata del Villancico que se cantó en el Convento de San Francisco de Vito– ria en 1728, en la canonización de varios santos de la orden, entre ellos, el catalán San Salvador de Harta (13). Contrasta la actitud arriba señalada con la que se nos muestra en el año 1742, en las Capi– tulaciones para el organista de Galdácano (14), donde se lee: «Que el dho Organistta y Sachristtan que ha– deser hade tener Escuela porsi para la buena Educazon de los niños en dottrinarlos y ense- ñarles leer, Escrivir y conttar (... ) encargan– do como se le encarga al nombrado tenga el mayor cuidado en la Enseñanza y crianza de– los niños dandoles sus principios de castella– no y ordenandoles no hablen en lengua bas– congada» Es importante recalcar la evolución sufrida en el uso del euskera en la música culta en el si– glo XVIII. En música religiosa debemos recordar la clásica división de los actos religiosos en «fun– ciones públicas del culto de la Iglesia y funcio– nes privadas». Las primeras eran las propia– mente litúrgicas y las segundas extralitúrgicas o simplemente eclesiásticas. Las funciones pú– blicas eran la celebración de la misa, la admi– nistración de los sacramentos y el rezo del ofi– cio divino. En estas funciones públicas el idio– ma oficial y exclusivo era el latín. Las privadas eran los tridúos, novenas, ejercicios espiritua– les, etc ... En éstas se podía emplear y se em– pleaba la lengua vulgar, concretamente el eus– kera. Las capillas musicales con su maestro al frente desde su origen fueron creadas para atender a la dignidad y solemnidad de los actos públicos litúrgicos. De aquí que sus obligacio– nes de componer e interpretar se ceñían a par– tituras en latín. En el siglo XVIII encontramos las primeras partituras de polifonía en euskera. ¿Cómo se produjo esta evolución?. El núcleo de documentación más impor– tante sobre este aspecto lo tenemos en el Anti– guo Archivo Musical de Aránzazu. Sin embargo hay que resaltar que la parti– tura polifónica más antigua con texto en euske– ra procede del Palacio de Laurgain en Aya de Zarauz (15). Don Manuel Lecuona publicó en 1925 un suelto en la revista GYMNASIUM, del Semina– rio de Vitoria, con la reproducción de los dos vi– llancicos contenidos en dicha partitura. El primero, «Tono al Nazim. 10 de N."' S~ Je– su XP 1 º, Solo. Estriv.º- 1705» es el que consti– tuye hasta ahora la partitura polifónica con tex– to en euskera de mayor antigüedad y se halla (12) Constituciones Synodales antiguas, y modernas del Obispado de Calahorra, y La Calzada, reconocidas, reformadas, y aumentadas novisimamente por el ilustrísimo Sor. D. Pedro de Lepe Obispo deste Obispado. Del Consejo de Su Mages– tad, c. en el Synodo Diocesano. que celebro en la Ciudad de Logroño. En el año de mil y seiscientos y noventa y ocho. Con privilegio en Madrid. Por Antonio Gonzalez de Reyes. Año de 1700. ( 13) Melchor Amigo. Quinquatro Serajico Festivo. Fiestas Sagradas, Celebradas en el Real Convento de N.P.S. Francisco de Victoria. A la Canonización y Beatificación de Cinco Santos de su Serajica Familia. (Vitoria?, 1728). (14) Bizkaiko Eleizaren Histori Arkibua. Galdácano, Caja de Papeles varios. (15) Esta partitura, cedida por Don Manuel Lecuona, se halla expuesta en el museo del Archivo ERESBIL (Rentería). 298

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