BCCCAP00000000000000000001089

Y Francia honor merece Quando con libros teóricos nos guía; Del musical teatro el magisterio A la ingeniosa Italia pertenece» (32). Si hemos copiado una cita tan larga de esta obra y de su autor, no es solamente por su importancia a nivel global, sino porque en la medida en que vamos avanzando en el estudio de nuestra música del XVIII advertimos el reflejo de lo en ella escrito en la práctica de nuestro país, como podemos comprobar, por ejemplo, en la Capilla de Aránzazu (33). Hasta aquí, pues, la exposición del status quaestionis, referido a nuestro tema. Miremos ahora hacia adelante, presentando a la conside– ración de todos los investigadores las líneas de trabajo para el futuro, que dividimos en dos, principalmente: repertorios y estudios. REPERTORIOS. Por una parte, se ha de continuar la reco– gida de materiales, potenciando el papel del Archivo ERESBIL como Centro de Documenta– ción Musical del País Vasco. Es importante in– sistir en este tema, y por si existiera alguna suspicacia añadiremos que no es necesario que dicho Centro conserve los originales, pero sí es absolutamente necesario que disponga de co– pia de todo lo conocido. En la sociedad actual, que ya se denomina post-industrial o de la in– formación, son necesarios los centros donde se recoja la información conocida sobre un tema así como todos los resortes o instrumentos nece– sarios para su estudio. Por ello sirva la presente ocasión para lanzar una petición de colabora– ción con dicho archivo por parte de todos los in- (31) ldem, p. 116. (32) Idem, p. 80. (33) Jon Bagúes. Op. cit., p. 19-20. 303 LA MUSICA EN EL PAIS VASCO EN LOS SIGLOS XVlll Y XIX (1700-1876) teresados en este tema. En la medida en que progrese dicha colaboración avanzaremos en la puntualización y rigor de nuestras investigacio– nes. Partituras. En el terreno de las partituras es evidente que queda todavía mucho por hacer. Es nece– sario poseer un conocimiento y control de la existencia e inventario de los fondos musicales existentes en el país. Aunque se ha trabajado y se trabaja en este tema, quedan todavía mu– chas partituras por recopilar. En el ámbito de los archivos eclesiásticos hay que potenciar la idea de la concentración de los archivos parro– quiales actualmente en desuso, en Archivos diocesanos. Pero atención!, respetando estric– tamente lo que en Archivística se denomina el -::-.riterio de procedencia, es decir, conservando los fondos procedentes de determinado lugar separados de los restantes, sin mezclarlos. Una vez conocidos los fondos, es preciso ordenarlos, clasificarlos y catalogarlos. Se ha– cen necesarias, por ejemplo, relaciones de inci– pit, tanto literarios como musicales. La adecua– da catalogación de los fondos nos servirá de gran ayuda a la hora de conocer importantes aspectos, tanto cuantitativos como cualitativos de la música en nuestro país: representativi– dad de los músicos, de sus obras, diversas for– maciones instrumentales, procedencia de par– tituras, etc. Instrumentos. Es urgente la localización y salvaguarda de todos los instrumentos musicales del siglo XVIII conservados en nuestro país. Estamos en una época de revalorización de objetos artísti– cos muebles y corremos el peligro de ver de– saparecer los pocos instrumentos que se con– servan, o por falta de recursos económicos, lo cual es bien triste, o por ignorancia, lo cual es penoso. Urge pues localizarlos y conservarlos, evitando tanto su venta fuera del país como su deterioro. Para ello se hace necesaria, y afortu– nadamente en órganos ya se está realizando, una política de restauración de instrumentos antiguos; únicamente de este modo lograremos la conservación de un patrimonio artístico co– mún y la posibilidad de escuchar la música en el medio para el cual fue realizada. Datos bibliográficos. Es un campo hasta ahora muy poco traba– jado, y consideramos que tiene diversos nive-

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz