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LA TEOLOGÍA EN EL SIGLO XV Isaac Vázquez Janeiro (t) (Universidad Pontificia de Salamanca) NACE LA FACULTAD DE TEOLOGfA* S I BIEN, COMO VEREMOS, LOS AUTORES salmantinos del siglo XV, en general, no escribieron t~atados «aca1émicos» de Teología, sin embarg?, la mayor p2.~t~ de ellos eran teologos y tuvieron que haber frecuentado algun centro teológico. Centros teológicos no faltaron en Salamanca apenas puesto en marcha su Studium a principios del siglo XIII. Funcionaron como tales los conventos de las órdenes men– dicantes, especialmente de franciscanos y dominicos, que llegaron a la ciudad pocos años después. Sus escuelas estaban abiertas al público. Por eso se explica que en 1243 el rey Fernando III nombrase a los superiores de Santo Domingo y de San Francisco sus procuradores para mantener el orden entre la estudiantina. Ambos conventos figu– raban ya a mediados del siglo XIV como estudios generales de sus respectivas órdenes, lo cual quiere decir que podían acceder a ellos profesores y alumnos de otras provincias religiosas. En dichos conventos se impartía preferentemente el estudio de la Teología, mientras el clero secular se dedicaba más a cultivar las materias del Derecho. A finales del siglo XIV los estudios generales salmantinos de Teología debieron de pasar a constituir una Facultad, dentro de la Universidad, pues en 1381 aparece citado el catedrático de Prima. Se trata del franciscano fray Diego López de Ribadeneira, maestro en Teología por la Curia romana en 1365. Es el primer catedrático de Prima en Salamanca que se conoce. Esta probable promoción a Facultad debió de ser obra del cardenal Pedro de Luna, en sus diversas visitas a Salamanca, como legado pon– tificio, y en agradecimiento al hecho de haber aceptado Castilla en la ciudad del Tor– mes la obediencia al papa de Aviñón. En los años siguientes continúa funcionando el cargo de catedrático de Prima, en el que se alternaban franciscanos y domi;iicos. (*) l\OTA DEL COORDINADOR: El autor de este trabajo falleció tras la entrega del mismo. La adi– ción bibliográfica final ha corrido a cargo de Miguel Anxo Pena González.