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Ultimas peripecias de los premonstratenses de Urdax 95 Definitorio General manifieste su desagrado a los que tanto apego manifiestan a morada de pura vanidad» 46 ). c) Razones para acelerar el regreso Con el calificativo de «morada de pura vanidad» aludía Sanzberro donosamente a una frase de su P. General en carta de 21 de febrero de 1805: «que según le pintaban, Loyola era un emporio, mejor para Príncipes que para una Comunidad Religiosa». Y como deseaba com– probarlo, giró su visita canónica. Loyola, rectifica Sanzberro, «es un edificio de mera exterior magnifi– cencia», en el que toda incomodidad tiene su asiento, humedades, fríos y otras molestias 4 7 ). En Urdax está su hogar solariego; y a Urdax se deben restituir de acuerdo con la real cédula de 1798, por la que se les concedió albergue provisional en Loyola. Los siete premonstratenses, empleados en el servicio parroquial fron– terizo, habían firmado un memorial conjunto, en el que hacían constar que «nadie de sana y recta razón» podía oponerse al regreso inmediato al monasterio de Urdax, una vez habilidado; más aún, lo consideraban obligación moral, por ser su abad el párroco propietario; y, en Urdax, Añoa y Zugarramurdi, el juez espiritual ordinario, con jurisdicción vere nullius. Se debían asimismo a las parroquias diezmeras, que no se podían atender en debida forma por no hallarse sacerdotes vascongados sustitu– tos para los casos de enfermedad o de ausencia. Si la comunidad premonstratense deseaba recobrar su lustre y corres– ponder, con su servici? pastoral, a la tierra de su primer asentamiento, tiene que retornar. No menos que Urdax habían sufrido por culpa de los franceses los canónigos de Roncesvalles, los capuchinos de Vera y las religiosas de Arizcun y de Lesaca; y todos ellos se habían reintegrado a sus conventos y colegiata. «No cabe en humano entendimiento el pensar que une Comunidad tan insigne y tan ilustre dexe de imitar el espíritu de sus predecesores; que no suspire por bolberse a unir con sus cenizas ... Las paredes mismas de aquella Santa Casa ... parece que están clamando continuamente por sus Moradores» 48 ). 46 ) Carta de 30 de junio de 1806 y copia incompleta de otra posterior, n. 44. 47 ) Borrador de carta, sin fecha, A. Sanzberro al P. General con su Definitorio. 48 ) «El Real Monasterio de San Salvador de Urdax, sito a las faldas del Pirineo ... » Elizondo, 8 de septiembre de 1804. Firman y rubrican la carta aneja al memorial, Juan

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