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72 E. Zudaire Huarte b) Corregidor de Guipúzcoa Acomete el problema, con el propósito bien definido de puntualizar sus consecuencias, desde la trasmisión del patronato de Loyola por los marqueses de Oropesa y de Alcañices a la reina Dª Mariana de Austria, madre de Carlos II, que, por real provisión de 7 de diciembre de 1681, se dignó aprobar la transacción. En su nombre se hizo cargo del derecho patronal, con fecha de 19 de febrero de 1682, el corregidor de Guipúzcoa, D. Manuel de Arce 15 ). La reina madre hizo donación, merced y gracia perfecta e irrevocable a la Compañía de Jesús, en 24 de mayo de 1682, «especialmente a la provª de Castilla», con la obligación de coservar la casa y de incorporarse al colegio que imediato a ella se había de fabricar, capaz y decente para albergar una comunidad jesuítica que se dedicara a sus ministerios. La reina madre y después de ella su hijo y sucesores en la Corona serán los patronos de la casa, colegio, iglesia y capilla, con las preeminencias y prerrogativas y exenciones de San Lorenzo del Escorial, Descalzas Reales y Encarnación de Madrid. En años alternos deberá presentar el rector del colegio, en el momento del ofertorio, al celebrante que diga la misa de la festividad de San Ignacio (31 de julio), un cirio de cera blanca para el santo patriarca; y al año siguiente, otro para la reina, durante su vida; y después de ella, para su hijo rey y sucesores, «en reconocimiento de dicho patronato». Los reyes habrán de gozar, como tales patronos, de todas las preeminencias, sufragios y buenas obras que en la Compañía se acostum– bran, según sus Constituciones, en favor de los fundadores y patronos de sus iglesias y colegios. Misa anivesario por S.M., cuando falleciere, con vigilia y responso; misa cantada cada año el día de la Inmaculada y en la fiesta de San José. Por cuenta de la provincia jesuítica de Castilla corre la construcción de la iglesia, colegio y dependencias con cargo a las rentas fundacionales que, de 4.134.817 maravedíes en varios juros, habían pasado a 4.464.508, que al tiempo de la expulsión significaban unos ingresos de 132.353 reales y 4 maravedíes; a que debía agregarse un capital de 5.005 ducados 15 ) Estudio sobrio y preciso de la fundación y sucesivas vicisitudes del patronato de Loyola el del P. RAFAEL Mª DE HORNERO, S.I., «Fundación del real colegio e iglesia de San Ignacio de Loyola» en Boletín de Estudios Históricos sobre San Sebastián 16-17, II (1962-1963) «Homenaje a J. Ignacio Tellechea ldígroas». Excelente complemento del P. Eguillor en su trabajo «El santuario de San Ignacio de Loyola» en BRSVAP, 39 (S.S. 1983), p. 201-229.

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