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[3] LOS REYES CATÓLICOS RUBRICAN LA CONCORDIA DE AZCOITIA 861 belicosa. Y apelaron, según costumbre de la Montaña, a su nunca desmentida ingenuidad e hidalguía. Hacia el año 1317, mano aleve asesinó al señor de la casa Valda y merino mayor de Guipúzcoa, Juan Martínez de Valda y a su hijo Pedro Ibáñez, y puso fuego a su casa solariega y hacienda. Por real carta, expedida en Dueñas el 17 de diciembre de dicho año, se comisionó a D. Juan 1Sánchez de Salgado, como juez pesquisidor, la averiguación de los hechos. Los vecinos cul– pados de Azcoitia se dieron tal arte, que el alcalde de corte, García Martínez de Miranda, absolvió al pueblo de toda sinies– tra imputación y se cargó el incendio y los crímenes en la nu– trida cuenta de los Oñaz 5 • Oñaz y Gamboa, los Oñaz, de Elgóibar y los Gamboa incorporados a la casa solar y palacio de Olaso en Azpeitia; Oñaz y Garrfüoa, dos facciones de titanes que se alan– cean por culpa de las rocas y de los montes que les aprisionan. Como los Múxica y los Butrón de Vizcaya o los Ayala y los Calleja de Alava. Ya no les basta menos que la vega andaluza, las tierras de Italia y Flandes o el Nuevo Mundo 6 • Los Lazcano capitaneaban a los Oñaz; y los Valda cabalgaban con los Gam– boa. Y los azcoitianos, por marginarse de ambas facciones, soli– citaban del rey de Castilla, a fuer de hidalgos, autonomía ve– cinal. ".Et por quanto en el dicho tiempo ante que población de villa se fiziese en esta dicha tierra e termino, solía ser corrida de los enemigos de bando oñaz la dicha tierra, por non avet 5 La carta absolutoria, redactada por el es·cribano real Miguel Pé– rez, a orden del alcalde del rey, García Martínez de Miranda, está fe– chada en 13 de febrero de 1319- y, según D. Juan Carlos de Guerra, se conservaba en el ar,chivo de Azcoitia. Nota 1, pp. 173-174 a las "Ilustra– ciones Genealógicas" de Esteban de Garibay. San Sebastián, 1908-1912. s Frente a la explicación anecdótica filológica (gamboa, arriba; oña, a pie) que se pretende derivar del Fuero viejo de Alava, ¡preferimos la solariega de Esteban de Garibay, en sus "Ilustraciones Genealógkas", p. 21 y por la que también se inclinó P. Gorosábel en sus "Notic~as de las Cosas Memorables de Guipúzooa", t. I, p. 281, aunque deja en mera hipótesis el origen del nombre Oñaz. Las rivalidades de este bando con el de los Gamboa por "quién valía más" constituye el núcleo, amasado con cenizas y sangre, de las Bienandanzas y fortunas de Lo PE GARCÍA DE SALAZAR. Edición por Angel Rodríguez Herrero, Bilbao (1955) . Repro– ducción fotográfica del códice que existe en la Real Academia de la Historia, transcripción, prólogo e índices copiosos.