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(26) LOS REYES CATÓLICOS RUBRICAN LA CONCORDIA DR AZCOITIA 383 La promoción de los demás munícipes se confía en Azcoitia., a los del ayuntamiento precedente: deberán nombrar diez suce– sores, de los cuales figurarán seis como diputados, dos como fieles y procuradores y dos por jurados; además, un escriba;i;i.o del concejo. Sospecho que los seis diputados son aquellos "om,– nes buenos, veedores de cuentas". El cargo, como en lqs Orde– nanzas de Vitoria, es obligatorio. Los dichos oficiales habrán de repartirse a cargos iguales entre la villa y la tierra y término de Azcoitia. Y todos jurarán ante el altar mayor de la iglesia parroquial el fiel servicio de Dios y de sus altezas y el pro y bien común de la villa, con respeto absoluto de sus ordenanzas, usos y costumbres y total renuncia de cualquier bando o par– cialidad de pariente mayor. Al vecino que promueva discordias o alborotos o apellide a hueste o bandería, que el rey nuestro señor destierre a frontera de moros, en donde sirva a su costa por tres años y que pierda la mitad de su hacienda; y si rein– cidiere en no cumplir su destierro, pague con la cabeza. E,l al– calde ordinario es competente para sentencias sobre su culpa– bilidad, sin estrépito ni juicio, a petición de los procuradores síndicos y probanza de dos o tres personas de buena fama. Mediante la insaculación, aunque restringida, se garantiza– ba una mayor libertad electoral; y con la ampliación de pode– res judiciales ganaba en prestigio y eficiencia la vara de alcalde. PATRONAZGO DE SANTA MARIA DE VALDA Fue otro empeño del municipio azcoitiano arrancarlo de aquella casa fuerte. Pero la política de la corona no podía suje– tarse al ritmo municipal. Quizá puedan considerarse estas Orde– nanzas de 1484 como la última protesta oficial contra los atro– pellos señoriales. La misma sentencia arbitral de Guada:upe (1468) fue no tanto una protesta como un acto de liberación de los payeses de remensa. Los Reyes Católicos iban trasfor– mando a los altivos castellanos en reverentes palaciegos y aso– ciándolos a sus empresas fronterizas, por el momento. No podían olvidar dichos soberanos, por otra parte, por lo que a Guipúzcoa se reduce, los servicios inapreciables que les habían prestado,

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