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' ) E D A I R E ros» llámanle «I:amizilo» (4) y ae, él .ha:r;i hecho; burlando la~ furias ,de las Lamias, un~ afortunao.a, palomera. ,Así. ,o evidenciaban tanto el cartucho y las plu~as de paloma q:ue ha.liamos. en 1~ cámara se– pu_lcral, como el acomodo de piedras practicado en uno de sus ·flan-cos. _La tiefia cdbada -'-'muy poca, porque pronto se ·llegó a la no re- .._. f ,' . > , . ' movida- no. dió resultado positivo. Se conserva pe~fectamente su ,cámara interior. La losa de, la cubierta era un enorme bloque ·de más··de· tres. metros .de· largo por 2'80 de ancho; se halla inciinada de bandafuer~ deLdolÍnen y apoyada en la piedra lateral norte de la cámara. Fig. 2. Todavía puede. apreciarse, dentro de un círculo de piedras alí– neadas, el, inmenso galgal que, formaba el' túmulo y ique. ahor~ está coinplétamente disperso. · . . . _ ,A menos: el~ 250 metros del dblnien dé,$Crito, y en la :misma direc- ción E., éxplpratnbs otro dolmen, el llamado «Rolán~ (5).. . '1 (4) Lamizilo = aguj,ero, cueva de Lamias : <<Parece que .el·, nombre de,. Lamia ' -afirma el señor. Azcue-c-, procede de los griegos. Diée:n, en su mitología q'ue era . reina .de Frigia, gentil y herm()Sa,. 1 Zeu,s (el Júpit¡er ele los romanos) la hizo esposa suya, y la esposa anterior, Hera, pc:i11, o<!i,o y rencor, mató a sus' hijos. Desde en– tonces, L,amia of:i;ecía a· lá,. muerte cuant;o.s niños podía coger y arrebatar.» «Por, lo :mismo, no es de e;ictrafj,ar que los artistas de Grecia. muestren ;:i. las L&miás con pjcis de rabia y ritbo de serpiénte. Las Lamias de entre nosotros -los Vasco&,- no ~rflJl tan malvad~ ní tan fe~ ;, nµm:erosaa, SÍ...» . . , «Como ~ dijer<>n,. junto a Laminarjeta de Galdákano, nuestr,as Lamias ~ran «de cintura arriba, mi¡jere~ ; d,e c,inturyi. abajo, pece¡;. Y , «alumbrEtban par la boca»; Andan siempre de Ca1$8, en casa .(siempre en busca de peine), hasti que cantE¡ el gallo; después del ·canto del gallo, sólo andan las brujas.,,' H¡¡,y mu~hos lugares ,en Euskalerria· que.. llevan. su nombre.» Azkué, · Resurrección Ma; ·Euska- · leriaren Yákintzá Madrid, Í935, págs. 363-367. .En-. el vol IÍ (Cuentos y I;eyen~ ' das) refiere diversas ,narraciones legendarias sobre Lamías'. Cita varios nombres de lugares' y simas que llevan su nombre; pero no habla de ningún d,olmen que tenga tal .~enomillación, ni registra la. variante «Lamizilo». . . (5) En .Aralar existe la piedr~ Roldá1f '= '«mrroldán ArÍ'ifa~;, de que háblan Iturralde y Luit,' Obras, vol. II, Preh1.st9ria-- de Navarra, ·Pamplona, 1911 ; y· Teles– .foro Aranzácü, «Cinco Dólmenes de Aralar», Pamplona; 1915. El .se:ñor IturraJ.de , incluye en su «:e:rioldá.nsArrzya»; l. e., un comentario personalfsimo de Hü~er · sobre las huell~ «cligi(;ales» (?~ q1;1e presenta la• piedra. AranzQAi, obr: ·cit., l:imi– na 12, la denomina «Menll~. dé ,A~ta». Yo :me atrevería a afirmar· que .es algo mlis que un simple «menhir» ;. 1 que ~ pi~ra,' de laQra muy tosca, tiene algo que ver· con cierto.culto .que,no es precisamente el de los múe:rtos; V~ los dil)ujos qué pr~nta ·Itürralde en ·su obra', l. c., y que el Sr; Altidiel reprodtice en la Geografía fü¡l Paú¡ Vasco Navarro, vol." ·1 de Navarra, pág. .,_ 570 '--
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