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4 E. ZUDAIRE de entrar en las cárceles inquisitoriales y sufrir condena en el proceso de Toledo de los años 1529-1532; esta condena alcanzó a otros "alumbrados", como el rijoso Medrano y los crédulos Fran– cisco 0rtiz, Diego de Villa:rreal, Bernardino de Tovas y varios frailes franciscos de Cifuentes, La Saceda y Escalona 8 • Con el año de 1532 pareció cerrarse un período importante del iluminismo: el de la complicidad, por exceso de buena fe, de hom– bres cultos y genuinamente virtuosos, un tanto desorbitados por el soplo potente del reformador Cisneros. Las comunidades fran– ciscanas de Pastrana, Cifuentes, La Saceda y Escalona habían llegado a extremar de tal suerte las doctrinas místicas recién estrenadas ,(viejas en latín, nuevas en romance), que pisaron la frontera de la herejía ' 9 , o la de la estupidez paranoica, como el buen P. Olmillos. Cometieron el doble error de confundir la pasi– vidad total o dejamiento con el privilegio divino del abandono mís~ tico, en que la actividad intelectual y volitiva es suprema, y el de confiar al querer humano lo que es singular merced del cielo. Y los desaprensivos, como Pedro Ruiz de Alcaraz, y las vanidosillas, como María Cazalla y como Isabel de la Cruz, llegaron a tales visiones y a tan absoluto nirvana, que ni los lirios del campo, que cumplen al fin su ley vegetal: ni obras buenas ni malas, ni mandamientos, ni penitencias, ni ayunos, ni jerarquías civiles ni eclesiásticas, porque el Espíritu Santo las guiaba, ni oración vocal ni liturgia, sino total dejamiento en espera pasiva de la lumbra divina. s Eduardo Boemer: Franciska Hernández una Frai Franzi-fko Ortiz. Leipzig, 1866, un vol. de 310 págs.--Contra la tesis de Bomer, que intenta presentar a ambos alumbrados como corifeos de la "santa reforma" protes– tante en España, escribió una bien razonada impugnación B. Llorca en "Es– tudios Eclesiásticos", XII (1933), págs. 383-404. - Acerca de la buena fe con que ,procedieron los franciscanos de Guadalajara, Toledo y Valladolid, P. Fidele de Ros: Le Pere Frango1i8 d'Osuna, págs. 82-90. Un estudio reciente que no hemos ¡podido examinar: Angela Selke: El Santo Oficio de la Inqui– sición. Proceso de Fr. Franc?iSCO Ortiz (1529-1532). Ed. Guadarrama. Ma– drid (1968), 402 págs. ,9 "Nous n'avons rencontré aucun Franciscain héréUque, illuminé au sens plein du mot, c'est a dire, uni,ssant la révolte contre l'Eglise a des erreurs doctrinales prouvées". F. Ros, op. cit., pág. 88. 446 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS

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