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48 E. ZUDAIRE ponía en duda la salvación de los que comulgavan cada quinze días, y a los que cada mes, dezía que los pusiessen con los muertos; y que era muy justo y santo comulgar cien vezes cada día si fuesse necessario; y que el día que se comulgava no avía que mirar a Santo ninguno, sino que se mirasse al pecho. Y que predicava que nadie se podía salvar sin oración mental, y que esto era de fee, y que la vocal importava poco; y que la mental sola bastava para salvarse, sin la penitencia; y que era mejor tener mucha oración mental que hazer mucha penitencia; y que para recogerse en oración mental, no avía necessidad de Imáge– nes. Y que por estar en la Iglesia y en oración, se avían de dexar las obligaciones de casa y estado, ni se avía de obedeger Superior ni padres; y que para tenerla, era necessario comer bien y carne, y que con ella se escusavan todas las demás devociones y oraciones; y que, estando en ella, no se avía de contemplar en la humanidad y Passión de Christo nuestro Señor, sino en su Divinidad, y que más valía la oración mental, aunque en ella no se pensara en cosas de Dios, que rezar el Rosario; y que con la oración mental se podía dexar de oyr Missa los días de fiesta. Y aconsejava que cerrassen los ojos para comulgar y no se abriessen para oyr Missa, aunque elevassen el Santísimo Sacramento. Y que apremiava a las mugeres casadas a que no durmiessen con sus maridos en cierta parte del año, y a una dixo que no era pecado negar el débito al suyo; y que maldezía los casamientos y dezía que el estado de matrimonio era ,gahurda o cenagal de puercos; y que era impossible entrar los casados en el cielo, y que entendía que todos los casados estauan en pecado mortal. Y que aconsejava a las donzellas que fuessen beatas, y que si sus madres se lo estorvassen les podían pisar la boca y arrastrarlas; a una dixo que tomasse el dicho estado, aunque Dios no quisiera, porque Dios quería lo mejor y lo era el ser Beata. Y procu– rava desacreditar las Religiones, diziendo mal dellas y que estavan per– didas, y avían ya dado su fruto, y que avía en ellas más pecados que en el siglo. Y que aconsejava fuessen Beatas y no Monjas, porque en la Religión no avía tanta perfección por la inquietud y ocupaciones y era mejor ser Beatas. Y que los religiosos eran lobos. Y que avía pu– blicado que traía una poca de carne de Santa Teresa de Iesús y veía en ella las tres Personas de la Sanctísima Trinidad, y que traía tam– bién otra poca de carne de un frayle que murió en opinión de Santo, y que en ella lo veía él mismo. Y que estando en Missiones, y passando de un lugar a otro, dezía que se yva Dios de aquel lugar, que viniessen antes a confessar. Y que predicando dixo que tenía lumbre del Espíritu Santo y sabía los pecados de los otros. Y que él y otros de su parcia- 490 ANUARIO DE ESTUDIOS ATLANTICOS

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