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EL MAESTRO JUAN DE VILLALPANDO, SOSPECHOSO DE HEREJÍA LA SECTA DE LOS ALUMBRADOS Si filológicamente "alumbrados" procede de aquellos "alumi– nados" que burlescamente describía el Dr. Villalobos (año 1498), en hecho de verdad calificábase de alumbrados, en los albores del siglo XVI, a las personas que vivían intensamente su fe religiosa. "Aquel despertar místico, promovido por la reforma claustral de Cisneros, constituye un fenómeno religioso español, independien– te, autóctono, una reforma nacional, que merece todas nuestras simpatías y plácemes" 6 • Se comentaron entonces, en delicioso idioma romance, las expe– riencias de San Bernardo y de San Buenaventura, las Cola:cicmes de Casi.ano, las especulaciones platónico-místicas de Hugo y de Ricardo de San Víctor, el místico abandono de Enrique Suso, de Herp y de Ruysbroeck o Rusbroquio. En el Tercer Abecedario de Fray Francisco de Osuna y en la Subida del monte Sión de Fray Bernardino de Laredo halló Santa Teresa maestros para su ora– ción de recogimiento y guía del "no pensar en nada" para su oración de contemplación 7 • De donde ella supo libar la miel, otros destilarán ponzoña, por su ineptitud o por su malicia. El mismo año que se publicaba aquella otra joya de la mística española, El arte de servir a Dios, compuesto por Fray Alonso de Madrid, el de 1521, tenía que intervenir la Inquisición contra un primer desviacionista: contra Francisca Hernández, beata a la que el Inquisidor General, cardenal Adriano de Utrech, impone suave penitencia, que debió de servirle de estímulo, porque hubo luego e P. Fidele de Ros: Le PereJ Franqoi,s d'Osuna. París, Inst. Catholique 1936, pág. 78.-M. Menéndez Pelayo, por su parte, dejó consignado que la primera vez que suena el nombre de alumbrados es· cuando Fray Antonio de Pastrana notifica a Ctsneros que un franciscano de Ocaña, "alumbrado con las tinieblas de Satanás", intentaba emular a Oseas en la, procreación de nuevos reformadores. M. Pelayo: Heterodoxos Españoles, C. S. I. c., San– tander, 1947, t. IV, pág. 214. ·7 1Si el P. Fidel de Ros presenta a Fr. Francisco de Osuna como "Un maitre de Sainte T'.hérese", anuncia a Fr. Bernardino de Laredo como "Un inspirateur de Sainte Thérese".~P. F'idel de Ros: Le Frere Bernardino de Laredo. París, 1948, 368 págs. Núm. 14 (1968) 445

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