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EL MAESTRO JUAN DE VILLALPANDD, SOSPECHOSO DE HEREJÍA 45 briznica de este amor que tú me as dado a mí, convirtiera toda Tur– quía". Y que hazía repartir cosas suyas y cabellos por reliquias, dando a entender que avían de hazer milagros. Y que dezía que tenía segu– ridad de su salvación. Y que cierto dolor de costado que tenía, le dava nuestro Señor como en remembranga de su Llaga. Y ella confessó que con la continua Oración se le hazía el cuerpo ceniza y avía treynta y ocho afíos que estava enferma del amor de Dios, y vivía de milagro. Y que la sangre que le sacavan era mucha y abrasada, porque la parte inferior del alma le tenía encendido el cuerpo y el corngón. Y que ha– blando de cosas de Dios, se le turbava el ánimo y se suspendía. Y que teniendo muchos arrobamientos, pidió a nuestro Señor se los mode– rasse, para que pudiesse tratar con las gentes, y se lo concedió. Y que nuestro Señor le dio a entender cierta persecución que tuvo, tres años antes que le sucediesse. Y que estando muy inflamada en el amor de Dios, en cierta ocasión le dixo nuestro Señor, que con a;quel fuego y la sangre que ella tenía suya embevida en su alma, cozida en su pecho, se avía de hazer leche para que la comunicara a todas las almas que tratasse, y que ella se anegó en la Divinidad de Dios, y que desde aquel día conoció que fue mucho el aprovechamiento de las almas que Dios le avía embiado a su casa; y que como era Don de Dios el que tenía, con poco trabajo luzía mucho. Y que nuestro Señor le avía dado Don de consejo y de provecho de las almas. Y que no dudava que su divina Magestad asistía en ella, y que los efectos eran una gran paz que tenía en su alma y gran pureza en ella y en su cuerpo y Don de castidad, que aunque tratasse con todo el mundo, era como si fuera un Angel en carne. Y que tenía gran Don de Oración, que siempre estava en ella y que tenía espíritu de Dios, y gran Don de Fee en conocer sus mis– terios con grandíssima claridad, y Don de confiam:;a y de padecer tri– bulaciones, y Don del bien de las almas, y Don del conocimiento de Dios y de hablar dél, y Don de contemplación y de unión y Don de sabiduría, que parece es una fuente que mana. Y que, publicando de. sí tanta sanctidad, se tratava regaladamente y se entretenía en comidas y cenas de conversación, y en huelgas en el campo, con clérigos sus devotos, y que con uno en particular tenía tanta comunicación y amis– tad que se estava con ella todas las noches hasta las diez y las onze, y muchas vezes solos y a escuras. El qual tenía llave maestra de una puerta falsa de casa de la susodicha, por donde entrava de noche y de madrugada; y que viniendo él de fuera de Sevilla y saliendo de predicar, yva a ver a la susodicha antes de entrar en su casa, haziéndose sospe– char que no era bueno su trato. Y que ella apoyava y encarecía mucho Nítm. 14 (19/!ll) 487

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