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EL MAESTRO JUAN DE VILLALPANDO, SOSPECHOSO DE HEREJÍA 39 hubo cinco calificadas de heréticas; el resto, de erróneas, escan– dalosas, sacrílegas y alguna hasta de blasfema. ¿ Basta ese vere– dicto para condenar a Villalpando como hereje? Cuando el Inquisidor General remitió a los de Sevilla la peti– ción de gracia que se le había dirigido, para que se le permitiese celebrar misa, le respondieron Portocarrero y Fernando de An– drade que se había condenado al susodicho en la dicha suspensión por ser "Maestro de mal espíritu", y que en consecuencia no les parecía justo concederle la dispensa solicitada. Era opinión incluso que aún se había procedido con él, al condenarle, con demasiada piedad; a lo que se añadían sus pocas señales de arrepentimiento, prueba evidente de que su instancia más procedía de espíritu de soberbia que de devoción 81 • Lo cual parece demostrar que se le procesó más por su vida desarreglada y por sus errores prácticos que por sus herejías. Pues para ser anatematizado como hereje faltaba en él la conciencia y voluntad de defender como heréticas unas proposiciones cuya condenación conciliar ignoraba sin duda. En la petición de indulgencia que eleva al Inquisidor General el prior de San Jerónimo de Sevilla, Fray Juan de Ronda, dícese que el Maestro Juan de Villalpando había sido "penitenciado, por sos– pechoso" de herejía. Testimonio no desdeñable, como de quien había sido testigo presencial del proceso y auto público en que se condenó al tinerfeño. Y, en contra de ese celo un tanto intempe– rante de los inquisidores sevillanos, añade que Villalpando había observado puntualmente la reclusión que se le impuso; que asistía a todas las misas, desde la primera a la última diariamente, y que en lo exterior se mostraba "humilde y desconocido". A su deman– da de misericordia se unían todos los otros frailes de aquella co– munidad. Corrobora informes tan favorables el vicario y maestro de novicios de aquel monasterio, Fray Pedro del Puerto, "con– fessor deputado por el tribunal de la Sta. Inquisición desta ciu– dad del Maestro Juan de Villalpando" y conocedor del encartado, 81 AHN., Inquis., leg. 2965. Los inquisidores Juan Dionisio Portocarrero y D. Fernando de Andrade y Sotomayor al Inquisidor General. Sevilla, 1:'i de junio de 1627.-En la margen suipe_rior: "En Madrid, 22 de junio de 1627. Está bien", lo que significaba conformidad del Inquisidor General con los de Sevilla. Núm. 14 (1968} 481
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